Va a ser que se conocen...
Querido Karim, desde el aprecio que mi familia y yo te tenemos por la gracia de Dios, como has podido comprobar en la ocasión en la que compartiste con nosotros nuestros Brandys Viejísimos de Jerez y que incluyo en el DVD adjunto a esta carta, en el que aparecemos celebrando esa apacible comida, que tuviste a bien aceptar con mis seis hijos varones (inmejorables) en plena Navidad. A pesar de tu enorme juventud y las malévolas insinuaciones que te unen a prostitutas menores de edad, quedamos sorprendidos del profundo conocimiento de tu profesión, así, como de tu exquisita educación, valía, prudencia, discreción, facilidad de palabra, sencillez, modestia y una madurez mental y psíquica que no corresponde a tu corta edad.
He disfrutado indeciblemente con tu doblete en el partido del sábado: por consideración al cúmulo de la cuantiosa responsabilidad como la que pesa sobre ti, que se ha visto agravada por las críticas de periodistas más malos que nadie, no he querido escribirte antes. Como no creo en la casualidad y sí, por el contrario, en la Providencia Divina, me quedé perplejo que la imagen del Santo con la que te obsequiamos, San Maximiliano de Tebeste, estuviera en la santoral del 12 de marzo, día del partido contra el Hércules, y que el mártir fuese de la tierra de tu familia, Argelia. Ello se me antoja pensar varias cosas: 1) posiblemente que al líder Fidel Castro le queda poca vida; 2) que si van a seguir jugando juntos Lass y Granero, merece la pena encomendarse a un Santo para ganar la liga; 3) probablemente, los árbitros seguirán robando los partidos a los adversarios del Barça en la Champions; 4) Que tendrás la ocasión de propagar la fe “mouriana” bajo su Advocación.
Karim, eres inconmensurable.
Cuanta precisión. Cuanto orden. Cuanta capacidad. Cuanta seriedad. Cuanta eficacia. Cuanto sentido de la responsabilidad. Cuanta entrega. Perdona mi atrevimiento de mandarte estas letras, pero como te valoro, te cotizo, te conceptúo tan excepcional y extraordinario, es motivo por el cual me tomo la libertad de dirigirte esta misiva y desearte toda la suerte para el partido contra el Lyon, esa tierra tan cercana a la Virgen de Lourdes y a sus milagrosas curaciones.
Debes saber que los futbolistas sois los más queridos de la sociedad en la que vivimos.
Una vez más, el abrazo entrañable de siempre,
José María
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