Director: Guillaume Canet
Intérpretes: François Cluzet, Marion Cotillard, Benoit Magimel
Web: http://www.pequeñasmentiras-lapelicula.es/
Después del recomendabilísimo thriller “Ne le dis a personne” (“No se lo digas a nadie”, aún inédita en España), Guillaume Canet vuelve a la dirección con texto propio y unos cuantos de sus actores favoritos (Marion Cotillard, François Cluzet). Aunque, de arranque, ambas películas se distancien en temáticas, “Pequeñas mentiras sin importancia” comparte el suspense con su predecesora en una portentosa escena inicial que desafía al plano secuencia de larga duración. Un accidente de moto de un disoluto, éso son aquí los amantes de la noche y el copeteo, prologa el viaje purificador de sus amigos a una pequeña casita de playa donde aplacarán sus diversas sexualidades y sus filosofías new-age al calor de unas brasas.
Próxima a otros intentos de desgranar qué narices es eso de llegar a la cuarentena en la burbuja post-burguesa, su simplísimo guión le impide a uno acordarse de aciertos como “Los amigos de Peter” y, en cambio, le facilita rememorar lugares superficiales y bobalicones como “Las razones de mis amigos”. Los equívocos “gay” (vanguardia del humor), las inseguridades en las relaciones (especialmente, en aquellas que son “poco profundas”) y esa afición de Canet de machacarnos con una BSO obvia (“My way” en el funeral, “The weight” en una escena coral y, cómo no, Anthony and the Johnsons cuando estamos tristes), caracterízan a un metraje de elevadas pretensiones y mediocres resultados. Incluso su duración (casi ciento cincuenta minutos, un “rara avis” en películas de este tipo) nos obliga a pedirle a Canet que regrese a sus thrillers sin importancia pero, al menos, divertidos.
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