Director: James Wan
Intérpretes: Patrick Wilson, Rose Byrne, Barbara Hershey
Web: http://www.insidious-movie.com/
En el subgénero de las casas encantadas, sólo hay dos opciones. O la vivienda quiere echarte (como en “Amityville”) o quiere que te quedes para siempre (como en “El Resplandor”). Lo interesante de la nueva propuesta del director de “Saw”, James Wan, es que opta por un término medio: la casa quiere que te vayas pero, maravillas de la interdimensionalidad, también te persigue. Eso le ocurre a la pareja formada por Rose Byrne y Patrick Wilson: una vez que su hijo entra en coma tras una caída, comienzan a sufrir el acoso de fuerzas paranormales. Rodada, en especial durante su primera parte, con un brío inusual que remite al “Saw” primigenio, “Insidious” remezcla (en ciertos momentos, a ritmo “Rocky Picture Horror Show”, y, en otros, esos dos frikis para-investigadores, a ritmo “Poltergeist”) algunos de nuestros miedos globales: la imposibilidad de asir el mal (aquí se emparentaría con terrores asiáticos como “The ring”), la oscuridad que subyace en las rutinas familiares del Medio Oeste norteamericano (“Paranormal activity”), o las neblinas que habitan la imaginación de los niños (uno regresa a la magistral “Los mundos de Coraline”).
A pesar de que el filme se base en una estructura rizomática, al final, la herencia del Jack Torrance de “El resplandor” acaba impregnándolo todo. Así, por mucho que Barbara Hershey ensamble otro de sus (recientes) personajes de madre perturbada, el viaje hacia interiores desdoblados compone el acierto esencial de James Wan. Se podrá achacar a “Insidious” alguna licencia de más o un cierto deslavazamiento al acercarse a su resolución, pero uno disfruta como un niño con su desbocada imaginería, un terrorífico espacio ¿vacío? que se alquila para atormentar, hasta el último fotograma, a la extraordinaria Rose Byrne.
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