lunes, 18 de abril de 2011

MADRID-BARÇA II. LA SECUELA.

¿Quién dijo las segundas partes eran peores que las primeras?

En 1991, se nos hundió una de las certezas que asentaban nuestra filosofía cinematográfica. Hasta entonces, toda nuestra educación se basaba en la prohibición de ver “Depredador 2”, “Mad Max 2” o “Kickboxer 2“ con la jodida excusa irrebatible de que “las segundas partes de una peli siempre son malas”. ¡Malditos educadores! Hicieron que nuestra existencia acnófila se corrompiese por una mentira. Eso sí, de vez en cuando, se estrenaba algún filme (“El padrino 2”, “El imperio contraataca”, “Tó er mundo é mejó”), que nos advertía que aquella letanía era una miserable falacia. Está claro. Esas cintas fueron señales proféticas que indicaban la venida de “Este chico es un demonio 2”. Sí, amigos, tuvo que ser el visionario Brian Levant, ese humano que luego crearía las películas del perro Beethoven o la obra maestra “Un padre en apuros” con Schwarzenegger, el genio que demostrase que una secuela puede superar a su original, reescribiéndolo con nuevas, brillantes (y, en este caso, muy bizarras) ficciones.

El sábado se nos hundió una de las certezas que asentaban nuestra filosofía futbolística. Hasta entonces, toda nuestra educación se basaba en la prohibición de decir que al Barça no se le podía ganar con la jodida excusa irrebatible de que “nos machacaron en la ida y son un equipo imbatible”. ¡Malditos imbéciles! Hicieron que nuestra existencia canosa se corrompiese por una mentira, aunque peor es la que se cuentan a sí mismos. Descubrir a Messi lanzando el balón al buen público madridista con mala leche de pendenciero, prueba algo. Mourinho ha sabido canalizar la energía de un equipo a través de ese Pepe reubicado y conseguir, ¡con diez!, el empate frente unos azulgranas anonadados y cabreados. Muñiz se zampó la segunda de Alves pero nos dejó una verdad: ahora mismo el Real Madrid posee el empuje necesario para, a tres partidos vista, enterrar al Barcelona en su pasado mediocre. Recuerden lo que nos enseñó Brian Levant: las secuelas pueden ser mejores que el original. Después de “Este chico es un demonio 2”, se estrenaron “El caballero oscuro” e “Indiana Jones IV” y, después del complicadísimo encuentro del sábado, tenemos muchas posibilidades de celebrar la Copa del Rey y la Copa de Europa en nuestras vitrinas. Sé que, si esto ocurre, solo conservaremos una pena: que quizá eliminemos al gran Raúl y su Schalke.

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