Duden de él...
“Nunca se podrá mejorar esto”, declaró Joan Laporta tras ganar al Estudiantes en el minuto ciento diez. Un tipo que maneja conceptos como “nunca” (un espacio de tiempo tan amplio que podrías escuchar todo lo que te dice tu mujer), “barcelonista de mierda” (al presidente de Extremadura) o “Cataluña es una nación”, oculta algo sospechoso. Si se fijan, el “president” es el sueño de cualquier macho alfa: dirige un equipo de fútbol, se embolsa carradas de pasta, tiene una barriguilla atractiva, sus “ex” salen en “Intervíu” y baila de puta madre. ¿Qué mastuerzo pediría más? En “Blanco radiante”, hemos descubierto el secreto de ese ideal masculino: Laporta es realmente un mozo de El Esparragal (Murcia).
Nemesio Luigales, hijo de Antonia Viniciosa y Braulio Luigales, nacido en El Esparragal en 1979, odiaba su vida de camarero en el bar “Las pelufas”. La Francisca, la muy puta, ni caso; el Antonio y el Marciano, demasiado ocupados con el “trator”; sus padres, ancianos y medio sordos. Resumiendo, una existencia de mierda. Hasta que una mañana de Marzo de 2003 la puerta de “Las pelufas” se abre y aparece “un hombre “mu” espigao”, describe Nemesio, “con un plan”. “Hola, Nemesio, soy James Cameron y tengo la pasta por castigo”. “No me preguntes cómo sé hablar español y cómo sé tu historia, imbécil. Da igual. Lo importante es que tu vida va a cambiar. Te vamos a meter en una capsula futurista de la hostia y te vas a convertir en el presidente del Barça”. Nemesio se atusó la boina, nervioso, “¡Hablas español de puta madre, jodío! Camarón, te voy a responder en inglés: ¡okey!”.
Y un rato en la piel de Laporta se volvió dos días y dos días se volvieron tres meses y tres meses se volvieron la de dios de tiempo. Nemesio, tumbado en un habitáculo metálico, cumple hoy sus sueños de murciano agreste: ya puede soltar locuras de nivel seis (total, está criogenizado en Murcia), ya es nacionalista (lógico, ser nacionalista murciano queda de gilipollas), ya le comparan con Poty en las discotecas, ya ficha o echa jugadores a cascoporro y ya puede ofrecer la renovación a Guardiola sin miedo a que no acepte. Ah, y ¡al loro!, cuando Laporta se duerme en un palco, no está dormido. Es Nemesio, que se despierta. Hay que dar de comer a Antonia y a Braulio, los únicos ancianos sordos del sur de España con la camiseta de Barça firmada por toda la plantilla.
... porque realmente se llama Nemesio y es de Murcia
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