domingo, 16 de enero de 2011

THE GREEN HORNET

Dirección: Michel Gondry
Intérpretes: Seth Rogen, Jay Chou, Cameron Díaz
Web: http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/thegreenhornet_site/



El (más que probable) cruce de caminos entre el cineasta Michel Gondry (“Olvídate de mí”, “Por favor, rebobine”) y el actor-guionista Seth Rogen (“Lío embarazoso”, “¿Hacemos una porno?”), se ha producido con la (más que improbable) adaptación de “The Green Hornet”, antiguo serial radiofónico/serie televisiva/cómic en el que un rico heredero (Seth Rogen) acaba adoptando la identidad de un justiciero enmascarado, junto a su fiel criado Kato (Jay Chou). Rodada en 3D, a los aficionados al cine de Gondry no debería preocuparles este detalle: el director siempre ha buscado múltiples formatos, como el video musical, la suecada o el “mash up”, donde reflejar sus inquietudes creativas en imágenes. Así, a lo largo del metraje y, en especial, cuando éste se lastra y pierde su esencia, Gondry dedica sus esfuerzos a experimentar con la estereoscopia, esta nueva/vieja moda de Hollywood, en la que estira, desdobla, multiplica y segmenta al superhéroe y sus escaramuzas con tal de explorar sus posibilidades (parece que) para futuros proyectos.

Mientras que, en el caso de Gondry, “The Green Hornet” funciona como laboratorio donde jugar con dinero de gran estudio a la acción en 3D, el protagonista y autor del guión, Seth Rogen, se apropia del proyecto. Escriben Fernando De Felipe e Iván Gómez, en su imprescindible ensayo “Adaptación” (Ed. Extensiones) sobre la adaptación de diversas formas artísticas (novelas, series, cómic) al celuloide, que “un actor nunca llega a parecerse del todo al personaje que interpreta. A veces, basta simplemente con dar con la voz adecuada para que un personaje resulte creíble”. Al tomárselo como algo más personal que Gondry, Rogen acomoda “El avispón” a su visión del cine postmoderno (y a su físico) con los dejes inevitables de la factoría Judd Appatow (“Supersalidos”, “Hazme reír”). Tanto en su interpretación como en su texto, conviven lo “pulp”; la revolución “nerd” (ésta es la condición de todos sus protagonistas y antagonistas); la neblina entre ficción y realidad (incluso el malvado de Christoph Waltz, reclama una identidad ficticio/secreta, por mucho que su presentación real/manifiesta sea suficientemente efectiva); las contradicciones del superhéroe del XXI (herederas de “Watchmen”, aquí amplificadas por su cercanía a la comedia y por ese compañero, Kato, mejor dotado para la profesión ¡que el propio protagonista!); o la hibridación de géneros (comedia, acción, fantástico, misterio…). A pesar de que esta mezcolanza sea el punto vapuleado por público y crítica, uno piensa que es, precisamente, lo valorable de la inconexa “The Green Hornet”. Su absoluta liviandad trans-génerica, que se demuestra en un estupendo arranque, se va apagando a medida que el metraje gana en minutos y termina por declararse difunta en una escaramuza final que podría servir de pago a los estudios que la financiaron, pero desmerece a su atrevimiento de inicio. La película, una vez disfrutados sus hábiles títulos de cierre en 3D, da la sensación de que no ha dejado contento a nadie: ni a Michel Gondry, ni a Seth Rogen, ni a Sony Pictures, ni, lo importante, al espectador.

No hay comentarios: