lunes, 3 de enero de 2011

RAZONES PARA PROHIBIR LA NAVIDAD

Esta imagen chunga es otra más de mis razones...

Ay, amigos, se termina la Navidad y en el campo de batalla sólo hay cadáveres. Quedan las indigestiones de cordero; el olor a langostino en la ropa; las discusiones violento-familiares sobre la prohibición del tabaco; el niño huérfano de las dos Playstation de Reyes; o los futboleros sin el balompié que necesitaríamos en vena para sobrevivir a esta temporada de «concordiayamorypazylechesenvinagre». José Mota despidió 2010 en TVE con una de las grandes majaderías de la década que, como gran majadería, nos sirve como eslogan a nuestros intereses: «En 2011, tenemos derecho a que nuestros sueños se cumplan».

Enhorabuena al estratosférico José por sus acertadas palabras. Aparte de un beso marrano a Angelina Jolie o dos elepés firmados de Pedro Ruiz, los futboleros tenemos derecho a que nuestras verdaderas ilusiones se cumplan en 2011, es decir, a que la RFEF, la LFP y la AFE se pongan de acuerdo y que el año que viene se convierta en la primera temporada con fútbol en Navidad. ¿Sabían que el día 25 de diciembre es la fecha con más paradas cardiacas del calendario? Eso se terminaría eliminando de la parrilla a Raphael y programando un soporífero Sporting-Osasuna. Todos tranquilos con semejante aburrimiento: ¡adiós a los trallazos al corazón! ¿Saben que en Navidad aumentan las cifras de suicidios? Chupao, pongan a jugar al Real Madrid y esa alegría que fomenta Mou en los corazones acabará de lleno con esta estadística. ¿Saben lo complicado que es para el Rey ensayar todos los años un discurso nuevo? Nada, le ponemos a leer los resultados y la quiniela de la jornada y ¡todo arreglado!

Compañeros, ¿no sería maravilloso dejar de ser españoles (un ratico) e instaurar en nuestro país esa maravillosa tradición inglesa del «boxing day»? Según sus mandatos, el día 26 de diciembre hay jornada de Liga con el objetivo de que los padres puedan depositar a sus engendritos en la grada de su equipo y, de un plumazo, logren eliminar un regalo de Papá Noel y a un pipiolo dando la barrila en casa. «¡Háganlo por los niñitos!», gritaría Flanders. Si no los he convencido para que apoyen el «Spanish boxing day», ¡optaré por la «vía Cascos» (arrasar con todo) y propondré prohibir la Navidad! Bueno, al menos, como el tabaco: en bares, locales públicos o casas de familiares cursis.

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