lunes, 7 de noviembre de 2011

HABEMUS PAPAM

Director: Nanni Moretti
Intérpretes: Michel Piccoli, Nanni Moretti, Margherita Buy
Web: http://www.habemuspapam.it/



Nanni Moretti es un experto en destruir expectativas. Sus proyectos de mayor repercusión internacional le catalogaron entre el público como un sucedáneo italiano de Woody Allen, pero los paralelos con el director neoyorquino no sirven más que para una aproximación superficial a su figura. Continuador de sí mismo (“Abril”), explorador de géneros (“La habitación del hijo”) o indignado con Berlusconi (“Il Caimano”), Moretti no ha parado en estos últimos años de (re)buscar nuevos retos a su cine. A priori, con “Habemus papam” se esperaba una comedia crítica de un izquierdista en la corte de un Papa que no acepta su condición divina.

Nada es predecible en el mundo de este cineasta. Enfocada como una fábula amable (y, a ratos, muy profunda) sobre los papeles que nos obliga a asumir la vida, el filme hace filosofía y ejemplifica su teoría con un caso extremo: el de un anciano (Michel Piccoli) al que los azares le colocan al frente de una de las organizaciones más antiguas del planeta. Planeada en dos líneas argumentales, una menos potente y centrada en el psicoanalista que trata de arreglar las ansiedades del pontífice; y otra deslumbrante que espía al Papa en su divagar romano, “Habemus Papam” es una consecuencia lógica de alguien que se hace muchas preguntas y sabe responderlas con inteligencia. Capado de sus teorías freudianas (a su Santidad no se le puede preguntar por su madre, ¡faltaría!) y, por tanto, incapaz de encontrar motivaciones subconscientes al comportamiento de su paciente, al psicólogo protagonista solo se le permite una terapia en ese asilo multicultural que es el Vaticano: un partido de voleibol eterno que parece la única forma de organizar una existencia pacifica entre cardenales. Eso sí, en esta subtrama se echa de menos a la mala leche del Moretti de “Il Caimano”, especialmente al mezclar psicoanálisis y religión, un terreno abonado al humor.

Aunque todo se perdona con el Sumo Pontífice, (casi) integrado en una compañía teatral, que asume su condición de Sumo Actor ante su pueblo y que empuja, con ternura y descreimiento, la principal cuestión del largometraje. Aceptar o no aceptar el papel que Dios nos da, se repite Moretti en su imprescindible “Habemus Papam”.

TIBURÓN 3D. LA PRESA

Director: David R. Ellis
Intérpretes: Sara Paxton, Dustin Milligan, Katharine McPee
Web: http://www.iamrogue.com/sharknight3d/fullsite/index.html



En una de las escenas más celebradas de “Hermanos por pelotas”, a los hermanastros Brennan (Will Ferrell) y Dale (John C. Reilly) se les ocurre una grandísima idea para hacer negocio: un vídeo musical de “rap” con yates y prostitutas titulado “Yates y prostitutas”. El éxito comercial se asegurará, piensan estos majaderos, juntando conceptos que, por separado, son imbatibles: rap, prostitutas y yates.

Un fenómeno semejante se produce en “Tiburón 3D. La presa”. No se refiere el título (“Noche de tiburones” en el original) a una secuela de la película de Spielberg, sino a un bello arrejuntamiento de conceptos: por una parte, una serie de escualos en un lago y, por la otra, una conspiración psicopática y postadolescente. Un conjunto de elementos ¿independientes? con la que los productores piensan que van a ganarse al respetable. Pero el orden de los factores sí altera el producto final y sin el gamberrismo (y la inteligencia) de Eli Roth en la revisitación de “Piraña”, los intentos del filme de David R. Ellis no pasan de una anécdota de mal gusto.

FOOTLOOSE

Director: Craig Brewer
Intérpretes: Kenny Wormald, Julianne Hough, Dennis Quaid
Web: http://www.footloosemovie.com/



Uno todavía recuerda una tarde infame de los ochenta en la que aterrizó en VHS aquella cosa titulada “Footloose” (Herbert Ross, 1984). Con el regusto amargo de una prohibición bíblica del baile, el joven interpretado por Kevin Bacon se empeñaba en danzar en su pueblo híper-conservador y ¡lo conseguía! Esto, que ya sonaba ridículo a nuestras mentes prepúberes, se convirtió en uno de los taquillazos de la década y produjo que humanos como Foreigner, Kenny Loggins o Bonnie Tyler viviesen un momento de gloria con un impacto mundial inversamente proporcional a su talento.

Como el “remake” de “Fama”, todo lo malo no se hace esperar y algún ejecutivo hollywoodiense tuvo la bendita idea de resucitar la franquicia “Footloose” con un reparto de chavales majos y Dennis Quaid en el papel del pastor que defiende la prohibición del bailoteo. Videoclip de gran presupuesto, no hay nada reseñable en el intento de Craig Brewer por reubicar la saga fuera de un franquiciado en automático. Al final, inquieta profundamente que, bajo su apariencia “cool”, sus muchachas saladas y sus bailoteos con hits actuales, se encuentre una película cadáver, maquillada con mucho pote para la ocasión.