martes, 29 de mayo de 2007

HALF NELSON

HALF NELSON
Director: Ryan Fleck
Intérpretes: Ryan Gosling, Shareeka Epps, Anthony Mackie
Web: http://www.halfnelsonthefilm.com/

Está bien que, de vez en cuando, aparezcan filmes que desmitifiquen el (sub)género en el que se enmarcan. O sea, plantar una bomba en tu propio edificio. Sobre este proceso de arañar la realidad evidente se construye “Half Nelson”. Lo obvio es un aula con chicos marginales a los que da clase de Historia un profesor joven. Perfecto escenario para sentimentalismos o baratijas como la recién estrenada “Diarios de la calle”. Lo soterrado, lo que sólo el cine puede hacer evidente, es la relación inversa que se cuece en sus paredes. La espléndida adolescente Shareeka Epps conduce en lo emocional (también en lo interpretativo) a un Ryan Gosling que pierde la calma y el alma con la cocaína. Así, no sólo se entra en la trastienda personal de la extraña pareja, sino que se aprovecha para dar un corte de manga al cine “sentimental(oide)”, ése patrocinado por Robin Williams y su “Patch Adams”.
Con un desarrollo potente (a ratos recuerda a la también iniciática “Una historia del Bronx” de Robert De Niro) y empujado por esas ganas de agitar los tópicos, sólo frena a “Half Nelson” de alcanzar cotas más altas la insana obsesión del realizador por unos formalismos incoherentes. Todo está justificado en cine si está justificado. Esto no es una paradoja. Abusar de los recursos (plano detalle y desenfoque) convierte en asépticas escenas que podrían tener mucha más fuerza dramática. Una obsesión de debutante que ojalá pulan Ryan Fleck y su colaboradora Anna Boden a medida que vayan creciendo como cineastas.

viernes, 25 de mayo de 2007

PIRATAS DEL CARIBE 3: EN EL FIN DEL MUNDO

PIRATAS DEL CARIBE 3: EN EL FIN DEL MUNDO
Director: Gore Verbinski
Intérpretes: Johnny Depp, Keira Knightley Orlando Bloom
Web: http://www.disney.es/FilmesDisney/piratasdelcaribe3/

Si Gore Verbinski no consiguió resumir sus (a ratos) interminables 177 minutos, intentaré hacerlo yo. Está muy bien conservar el espíritu viajero fantástico de la serie, siempre que se aporte un extra, una motivación para alargar las dos aventuras previas con una tercera. Ahí el principal déficit de «Piratas». Mantiene la atención por sus guiños (la aparición de Keith Richards o Chow Yun Fat), sus impecables escenas de acción y poco más. Justo en lo más importante, es decir, en la construcción de un desenlace coherente (y espectacular) para la epopeya sparrowiana, el filme flaquea enormemente. Sólo repite personajes y circunstancias de la interesante segunda entrega (el corazón de Davy Jones, el malvado Lord Cutler Beckett) y ata débilmente cabos vitales (el regreso de Barbosa o el affaire Knightley / Depp).
Lógico que, una vez vistos los títulos de crédito y atisbada en el horizonte una secuela más, pensemos en lo mucho que tendrán que trabajar para reflotar dignamente el barco de Sparrow.

miércoles, 23 de mayo de 2007

RETRATO DE UNA OBSESIÓN

RETRATO DE UNA OBSESIÓN
Director: Steven Shainberg
Intérpretes: Nicole Kidman, Robert Downey Jr., Ty Burrell
Web: http://www.furmovie.com/

Ya desde su afortunado título original, “un retrato imaginario”, nos avisa el cineasta Steven Shainberg (“Secretary”) de sus intenciones: transmutar a ficción una de las etapas críticas en la vida de la artista Diane Arbus; justo aquel vital momento en el que abandonó su existencia como ama de casa burguesa y pasó a convertirse en una de las fotógrafas esenciales de los años 60. Así, en el medio de su biografía, coexistiendo con personajes reales que habitaron con ella (sus padres, su futuro ex marido Allan,…), se introduce en el guión una relación ficticia con un insólito vecino (Downey Jr.). Con él, Arbus irá descubriendo su arte, dominado por lo peculiar de unos retratados que marcan los límites de la realidad física.
Al igual que otros biopics imaginados (viene a la cabeza “Buñuel y la mesa del Rey Salomón” de Carlos Saura), “Retrato de una obsesión” tiene un importante déficit: remezclar biografías de por sí suficientemente cinematográficas. Esto, aderezado por la densidad formal del metraje a imitación de la estética de la fotógrafa (ambientes oscuros, pretenciosa música de Carter Burwell,…), forma una película sobrecargada por los artificios que hubiera sido mucho más ajustada si, ¿sencillamente?, contase la vida de nuestra protagonista. Por mucho que se esfuercen dos actores tan dotados como Nicole Kidman o Robert Downey Jr., el filme sobrepasa sus bordes y, salvo a los conocedores de la obra de Arbus (atención a los guiños), la historia va perdiendo interés a medida que avanza.

CANDY

CANDY
Director: Neil Armfield
Intérpretes: Heath Ledger, Abbie Cornish, Geoffrey Rush
Web: http://www.dendyfilms.com.au/candy/

Candy (Abbie Cornish) y Dan (Heath Ledger) comparten piel con Bonnie y Clyde al inicio de siglo XXI. También están aburridos de sí mismos y de su amor, de sus padres autistas y de su camello epicúreo. Así, parece que asaltar las carreteras venéreas con heroína (“Candy” en inglés) es la mejor respuesta a sus plegarias. Los paraísos somnolientos del opiáceo acotan el único lugar donde su relación permanece intacta. En el sombrío exterior, mientras tanto, la subsistencia se llama robo y prostitución.
Aunque a veces caiga en el fácil recurso dramático de la incomunicación con los progenitores o los abortos prematuros, el apropiado retrato del bucle que enreda al drogadicto resulta lo más estimable de “Candy”. La inmolación ética y física del enfermo está retratada con una tremenda crudeza, reflejada adecuadamente en Abbie Cornish. Pero otra cosa es la apasionada relación entre los dos amantes. Saltándose la introducción, el filme nos coloca, nada más comenzar, en el desarrollo. Al prescindir de antecedentes, aparecemos enmedio de un tormentoso (y empalagoso) enamoramiento, sin comprender bien su motivación: ¿el sexo, los poemas en la cama o la heroína? Aún así, maquillando ese pequeño (gran) déficit y algún registro pasado de vueltas de Heath Ledger, nos quedamos de “Candy” lo mismo que sus protagonistas: la heroína y sus circunstancias.

LA FUENTE DE LA VIDA

LA FUENTE DE LA VIDA
Director: Darren Aronofsky
Intérpretes: Hugh Jackman, Rachel Weisz, Ellen Burstyn
Web: http://pdl.warnerbros.com/wbmovies/thefountain/flashsite/

Una vez bendecida “Réquiem por un sueño” por cierta crítica demasiado acostumbrada al ensimismamiento y a la autorreferencia, el sobrevalorado Darren Aronofsky se nos disfraza de místico oriental para aderezar con “Photoshop” kármico su nuevo proyecto, “La fuente de la vida”. Tres historias ¿interrelacionadas? (una ridícula expedición maya, un doctor que pierde a su mujer y una especie de monje calvo que se dirige en su burbuja a la “iluminación”), tejen una pedantería de tamaño cósmico. Armado con una metafísica de todo a cien y de corto desarrollo, Aronofsky organiza la “búsqueda interior” (¿qué significará eso?) de un personaje principal triplicado que acaba resultando lo que todas las “búsquedas interiores”: vacua, gratuita y, sobre todo, aburridísima. La tendencia del realizador a hacer un catálogo de secuencias “chill out”, ya estaban en “Réquiem” o en “Pi”, termina de completar el pastel.
¿Cómo no reírse con las atroces referencias históricas, cómo no reírse con un Hugh Jackman tópicamente reflexivo (y rapado), cómo no reírse de la manida utilización de un árbol como fuente de vida? Sin que sirva de precedente, hay que aplaudir a los grandes estudios por haber rechazado una primera versión, probablemente aún más sangrante, de esta increíble petardada. ¿Lo único salvable? Alguna imagen de la etérea Rachel Weisz vestida de reina. Y nada más.

viernes, 18 de mayo de 2007

CRITICA DE "EL RETORNO DE LOS MALDITOS"

Hola, aquí iré colgando mis críticas publicadas en el periódico "La Nueva España"

EL RETORNO DE LOS MALDITOS
Director: Martin Weisz
Intérpretes: Michael McMillan, Jessica Stroup

¿Hasta que punto se puede meter “El retorno de los malditos” en la maleta sobada de los “remakes”? Ni siquiera la traducción de su título (“Las colinas tienen ojos 2” sería lo correcto) nos remite a la saga original de Wes Craven. Como pasaba con la anterior entrega, este filme se empeña en traicionar el espíritu “hillbilly” y sureño (por tanto, bizarro y violento) de aquellas fantasías de terror de los setenta que, como derivado machetero de “Los duques de Hazzard”, llegaban a tener algún interés.
Aquí, gracias al barniz hollywoodiense, lo que eran familias en apuros acosadas por mutantes (¡cuánto debe a Romero!), son ahora un grupo de élite del ejército norteamericano. Los pobres, más por azar que por otra cosa, se topan durante un entrenamiento con la guarida desértica de los seres nacidos por las pruebas de la bomba atómica. Uno a uno irán desapareciendo, no sin antes, claro, hacerse amiguetes de un miembro de los horribles semihumanos. Salvo en la sucesión de momentos “gore” (horadación de sesos incluida) y en su final abierto (con unos textos finales risibles, tomen nota), “El retorno de los malditos” nos deja la misma nostalgia por Michael Berryman, por el Wes Craven clásico o por los carteles “pulp” que la previamente tuneada “Las colinas tienen ojos”.