sábado, 30 de abril de 2011

NO TENGAS MIEDO

Director: Montxo Armendáriz
Reparto: Michelle Jenner, Lluis Homar, Belén Rueda
Web: http://www.notengasmiedolapelicula.com


En una de las escenas de “No tengas miedo” un padre propone a su hija que vean juntos “Azul”, el largometraje de Kieslowski. Lo que, encapsulado, se interpretaría como un placido retrato familiar, aquí se revuelve en referencia explícita a múltiples lugares comunes con el director polaco, dentro de un filme que también cuenta la historia de una mujer marcada (en áquella, por una muerte, en ésta, por los abusos sexuales de su padre). El cineasta navarro arranca su celuloide con una disrupción violentísima fuera de plano; mientras que, hasta ese momento, toda su atención se centraba en una niña y su entorno idílico de paseos y juegos, la cámara se desliza de plano medio a plano detalle con la intención de huir de un infierno súbito. Es durante ese primer tercio, rodado con brío narrativo, compromiso estético y extrema habilidad para sugerir abismos en lo cotidiano, donde las esperanzas en “No tengas miedo” se fundamentan: la convivencia con el monstruo y la indiferencia cómplice de su mujer, bien manejadas por Armendáriz, ayudan a construir a la mujer que Michelle Jenner afirma despúes con una interpretación autista y desesperada, cálida y distante.

Frente a los matices del trabajo de la actriz principal, las premisas de la cinta se desdicen en convencionalismos a medida que avanza el metraje y su arrojo primigenio se va diluyendo en ciertos hábitos que recuerdan los principales déficits del cine de Armendáriz. La exposición grosera al drama, aupada por la inserción de testimonios de víctimas de abusos; las licencias narrativas (¿hipnosis?); o la ¿ocultación? de un desarrollo automático con unas formas deudoras de los Dardenne o Tavernier, ensombrecen la película. Así, gana muchísimo “No tengas miedo” al cultivar la sugerencia y el silencio en los ojos de Jenner, en un taxi previo al suicidio, en las caminatas por una Pamplona habitacular o, sobre todo, cuando, tras mirar al miedo a la cara, éste no tiene nada que decir.

lunes, 25 de abril de 2011

PIQUETÓN MADRIDISTA

Cuore, siempre con la cultura

Hay que confiar en determinadas reacciones físicas, amigos. Las palpitaciones, dolor de cabeza o la sudoración repentina suelen llevar asociada alguna causa psicológica que ayuda a su aparición. Así, no es suficiente explicar un piquetón basándose en la túnica albugínea, los cuerpos cavernosos o el súbito flujo sanguíneo. Importa el cómo pero, por encima, el por qué. Obviamente, un abrazo de Shakira puede ser el solitario desencadenante del magno evento aunque éste también se entendería tras una serie de victorias sucesivas, como ganar la Copa del Rey o abrasar al Valencia en Mestalla.

En la web humorística ankwardboners.com, unos majaderos estadounidenses recopilan fotos de momentos inadecuados para tener un piquetón. El Real Madrid de Liga merecería aparecer en ese sitio: a pesar del barrido ¡con los suplentes! a los de Emery (“siento vergüenza”, dijo el ruinoso míster), no deberíamos estar muy orgullosos. La distancia con un Barça (casi) campeón, en este nuestro mediocre campeonato nacional, es tan insalvable como la que hay entre Guaita y Casillas o Stankevicius y Carvalho. Eso sí, contribuye esta victoria a animar a Kaká, a reinsertar a Higuaín y a finiquitar a un entrenador valencianista que ya no sabe ni por dónde le vienen.

En cambio, esta nueva Copa del Rey disculpa cualquier reacción física inoportuna, incluso la de nuestro cómico favorito, Sergio Ramos, tirando la Copa del Rey por la borda del autobús. El atasco táctico de Guardiola demostró que Mourinho conoce infinitamente mejor la mecánica del fútbol. Ese gol de Cristiano, ese pase de Di María, ese Marcelo, ese Manolito, ¡grandes! fueron claves para que los madridistas estemos toda la semana con el “Waka-waka” en el cuerpo. Benditos sean porque, en el fondo, han destapado una mentira: el fútbol no se termina en el Barça. Por mucho que ahora se acuerden de la madre de Undiano o criminalicen a un Pepe extraordinario, la única recomendación que se les puede hacer a los culés es una buena dosis de Viagra.

Les vendrá bien, en su decrepitud futbolística, darse un gusto antes de que se despidan de la Champions.

lunes, 18 de abril de 2011

MADRID-BARÇA II. LA SECUELA.

¿Quién dijo las segundas partes eran peores que las primeras?

En 1991, se nos hundió una de las certezas que asentaban nuestra filosofía cinematográfica. Hasta entonces, toda nuestra educación se basaba en la prohibición de ver “Depredador 2”, “Mad Max 2” o “Kickboxer 2“ con la jodida excusa irrebatible de que “las segundas partes de una peli siempre son malas”. ¡Malditos educadores! Hicieron que nuestra existencia acnófila se corrompiese por una mentira. Eso sí, de vez en cuando, se estrenaba algún filme (“El padrino 2”, “El imperio contraataca”, “Tó er mundo é mejó”), que nos advertía que aquella letanía era una miserable falacia. Está claro. Esas cintas fueron señales proféticas que indicaban la venida de “Este chico es un demonio 2”. Sí, amigos, tuvo que ser el visionario Brian Levant, ese humano que luego crearía las películas del perro Beethoven o la obra maestra “Un padre en apuros” con Schwarzenegger, el genio que demostrase que una secuela puede superar a su original, reescribiéndolo con nuevas, brillantes (y, en este caso, muy bizarras) ficciones.

El sábado se nos hundió una de las certezas que asentaban nuestra filosofía futbolística. Hasta entonces, toda nuestra educación se basaba en la prohibición de decir que al Barça no se le podía ganar con la jodida excusa irrebatible de que “nos machacaron en la ida y son un equipo imbatible”. ¡Malditos imbéciles! Hicieron que nuestra existencia canosa se corrompiese por una mentira, aunque peor es la que se cuentan a sí mismos. Descubrir a Messi lanzando el balón al buen público madridista con mala leche de pendenciero, prueba algo. Mourinho ha sabido canalizar la energía de un equipo a través de ese Pepe reubicado y conseguir, ¡con diez!, el empate frente unos azulgranas anonadados y cabreados. Muñiz se zampó la segunda de Alves pero nos dejó una verdad: ahora mismo el Real Madrid posee el empuje necesario para, a tres partidos vista, enterrar al Barcelona en su pasado mediocre. Recuerden lo que nos enseñó Brian Levant: las secuelas pueden ser mejores que el original. Después de “Este chico es un demonio 2”, se estrenaron “El caballero oscuro” e “Indiana Jones IV” y, después del complicadísimo encuentro del sábado, tenemos muchas posibilidades de celebrar la Copa del Rey y la Copa de Europa en nuestras vitrinas. Sé que, si esto ocurre, solo conservaremos una pena: que quizá eliminemos al gran Raúl y su Schalke.

sábado, 16 de abril de 2011

CARTAS A DIOS

Director: Eric-Emmanuel Schmitt
Intérpretes: Michele Lároque, Amira Casar, Max Von Sydow
Web: http://www.wildbunch-distribution.com/site/oscardamerose/



La distribuidora Karma Films se ha currado (y muy bien) el liderazgo en un segmento complicado del mercado audiovisual español: el cine religioso. Nuevos lanzamientos (el documental “La última cima”, un inesperado éxito en España, o “Blood money”) y estimables recuperaciones (“Therese” de Alain Cavalier); la iniciativa de estrenar celuloide y, especialmente, en el momento que nos encontramos, resulta siempre estimulante y esperanzadora. Como toda(s) la(s) Semana(s) Santa(s), la inyección de filmografía pía es casi una obligación bizarra o, ¿quién sería capaz de imaginar estos días sin un buen chutazo de “Jesús de Nazaret” de Franco Zeffirelli, “Fray Escoba” de Ramón Torrado o, volvámonos locos, “El padrecito”, con el ínclito Cantinflas? Aunque, si prefieren el cine a la caja tonta, Karma, nuestro principal “dealer” en estos menesteres, tiene un estreno que acompañe a “Encontrarás dragones” en su pelea por la taquilla católica de la temporada.

“Cartas a Dios” se titula la película y, como otros esfuerzos de similar temple (“Marcelino pan y vino”, “María Goretti”), desgrana la relación de un niño (enfermo de cáncer, en este caso) con la muerte, el sacrificio y la trascendencia. A través de un juego con una amable mentora (la irregular Michele Laroque a la que se refiere el original), el chiquillo irá epistolando sus dudas existenciales y sus reproches a un Dios indiferente (solo hasta el final). Si olvidamos la estética efectista y demodé de Schmitt, perdida enmedio de la filosofía de Jeunet & Caro y el melodramón clásico (y tontorrón), se agradecen estas desfachateces de género que suelen desmontar (ellas solitas) sus pomposas y ultraterrenas intenciones de partida. En suma, se digiere la correcta “Cartas a Dios” en automático, esperando a que el mozuelo descubra el amor con beso, aguardando a que muera entre cánticos virginales, eso sí, feliz fallece porque ya nos ve el pobrecito desde el cielo, como esos charranes que regresan en verano.

martes, 12 de abril de 2011

HAPPYTHANKYOUMOREPLEASE

Director: Josh Radnor
Intérpretes: Josh Radnor, Kate Mara, Malin Akerman
Web: http://www.avalonproductions.es/happy/



En una de las escenas de “happythankyoumoreplease”, debut en la dirección del actor Josh Radnor (“Cómo conocí a vuestra madre”), una pareja se abalanza hacia sí misma en celo desenfrenado y, a un tiempo, masculla su opinión sobre el último Woody Allen y su “workaholismo” y la calidad menguante de sus películas. No es gratuita esta referencia a la fuerza de la palabra durante el pre/post-sexo en la filmografía del cineasta neoyorquino. La cinta de Radnor analiza a diversos “manhattanitas” híperverbalizados cuyo nexo de unión es Sam Wexler (el propio Radnor), un escritor inmaduro que se encuentra de golpe dos obstáculos en su vida: un huérfano ¿perdido? al que acoge en su casa y una chica ¿perdida? (la guapísima Kate Mara) por la que se juega su independencia.

Quizá el armazón (varias historias independientes entrelazadas) o las intenciones previas del realizador/intérprete sean lo único que emparente “happythankyoumoreplease” a la obra de Woody Allen. Aún en sus proyectos más amables, el universo de parejas allenianas opta, en un alarde de valentía e inconsciencia, por revolcarse en sus contradicciones: la volubilidad del amor (“Hannah y sus hermanas”), la cotidianeidad burguesa y sus violencias (“Maridos y mujeres”), la soledad femenina (“Alice” o “La rosa púrpura de El Cairo”), o las vicisitudes de la infidelidad (las oscuras, en “Delitos y faltas”, o las livianas, en “Comedia sexual de una noche de verano”). En cambio, el metraje de Radnor se agota de tal manera en su pose “indie” que termina trasladándose a terrenos convencionales, muy alejados de las rocosidades allenianas.

No bastan sus licencias fabularias (por ejemplo, ese niño pintor) o sus redundancias musicales, la narrativa del filme repite, inclemente, los automatismos de las comedias románticas hollywoodienses pero, he aquí la novedad maloliente, persigue no parecer una de ellas. Por mucho que habiten “thankyoumoreplease” una chica guapa (y calva), una moza perfecta (y frágil) o una pareja molona (e insatisfecha), la conclusión es que el buenismo (incluso el formal) y el romanticismo “Cool-mopolitan” al manejar estos personajes, pueden hacerte ganar hasta el Premio del Público en el Festival de Sundance. Fascina, por buscarle una explicación psico/socio-lógica (y aprovechar el rato) a este lío, que una película colindante a las tonterías de Sandra Bullock o Hugh Grant sea galardonada en un certamen que, en la misma edición, premió a “Winter’s Bone” o “Animal’s Kingdom”. ¿Será que la mayor parte del público de los festivales “indie” no es tan “indie” como creemos?

lunes, 11 de abril de 2011

MOU(HO)UDINI

A esta foto me refiero en el artículo...

 ¿A quién no le aterrorizaba San Mamés? Sobre todo cuando nos enteramos de que nuestro entrenador, ese humano que jugó a los cambios imposibles contra el Sporting, iba a dejar en el banquillo a Cristiano, Özil, Xabi Alonso y Marcelo. En los minutos previos al partido, en un estadio no muy amable con el Madrid, ¿quién no sintió una cierta obturación de los orificios corporales y pensó «Dios, cómo me molaría aparecer ahora en una fiesta "bunga-bunga" de Berlusconi»?

«El mejor público para actuar, donde más se ilusionan con tus trucos y más te pagan, es el ruso. Como sufren unas vidas tan rutinarias, tan duras, en su día a día en el campo, es muy fácil que se sugestionen rápidamente ante lo inesperado, ante ese giro final del truco en el que irrumpe la simulación de lo sobrenatural», afirmó el mago húngaro Harry Houdini en la primera década del XX. Conociendo la situación del madridismo, ya habituado a la horrible monotonía de las temporadas en blanco, Mourinho sabe que sus triquiñuelas tendrán aún mayor efecto y, así, perpetra sus trucos de manos en el momento exacto. Por eso la victoria ante el Athletic ha espoleado la (senti)mentalidad merengue, ese mecanismo afectivo que nos provoca el moqueo instantáneo al ver la foto de Ramón Mendoza corriendo, de gabardina, al lado de Jesús Gil, de chándal. Poco importa que se queje Caparrós (¿el Joaquín lamentándose por un arbitraje?, ¡menuda jeta de entrenador machetero!), la apuesta del luso por los tres defensas (Pepe, Garay y Albiol) ha sido definitiva en su principal trabajo, que no era detener a Llorente, sino ofrecer muestras de seguridad atrás de cara las próximas citas con los «gremlins» azulgrana.

Como en el extraordinario truco de Houdini la «Celda china acuática de tortura», donde el mago se liberaba inesperadamente de sus ataduras y escapaba de un habitáculo lleno de agua, Mou apela a la épica del ilusionista. Todo está en nuestra contra: los litros de liquido y Guardiola, la falta de oxígeno y Messi, las esposas en las muñecas y Piqué. Inmersos en la rutina de la derrota, los blancos buscamos un pequeño artilugio que nos esperance para el futuro cercano. Tal vez, ¿una llave en la boca del Houdini que le permita zafarse? Tal vez, ¿el golazo de CR7 en San Mamés?

lunes, 4 de abril de 2011

EL REAL MADRID NO SERÁ CANDIDATO

ZP y RM, vidas paralelas

“Nuestro equipo no va a ser candidato en este campeonato de Liga. Gracias por vuestro respeto y por vuestro afecto". Tomen nota de estas palabras, mastuerzos. Dos de abril de dos mil diez: partido contra el Sporting de Gijón en el Bernabeu. Apúntenlo como un día histórico para la democracia: el Real Madrid confirmó que no se presentaría como candidato a la liga. Pero no nos engañemos, éste es un anuncio de una declaración que se venía previendo desde finales de 2010 y que, simplemente, el sábado se hizo pública en el congreso madridista previo al encuentro. "Seguro que no es fácil acertar y hemos pensado que lo mejor era hacerlo ahora para poner fin a una incertidumbre que podía perjudicar a la Champions y la Copa. Vamos a seguir respetando los tiempos y los procedimientos", afirmaron fuentes del club al terminar el duelo contra los gijonudos.

Ya en vestuarios, Sergio Ramos aclaró las especulaciones: "Hemos podido cometer errores, pero hemos dado la cara en todo momento. Nos estamos dejando la piel en la batalla diaria de la liga", ha subrayado el sevillano para ensalzar posteriormente la labor de los madridistas respecto a las otras competiciones. Algunos jugadores también han hecho referencia a la actitud progresista del equipo blanco durante las pasadas temporadas, apuntando que se han "mantenido a salvo las políticas sociales como, por ejemplo, poner a Lass y tatuar a Guti pese a la dureza de la crisis", y han destacado el fichaje de Adebayor o la posible recuperación de Van Nistelrooy como “dos de los hitos más bizarros de los últimos campeonatos”. El Real Madrid ha explicado que cuando contrataron a Mourinho pensaban que nueve años sin perder en casa era un periodo "razonable" y lo más conveniente para el país y su familia, era que “Manolo Preciado le vacilase y luego, le derrotase”. Según confirman fuentes del club, el mazazo del sábado ante un entrenador de pseoudobigote “no ha hecho más que afianzar a Mou en su ánimo” de los últimos meses.

Y, a partir de hoy, ¿quién va a suceder al Real Madrid en la futura lucha por la liga? "El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro, ni el de la mayoría de la sociedad española", ha asegurado Florentino Pérez, con el objetivo de dejar claro que no se podía esperar otra "actitud distinta de mí". El presidente ha finalizado su declaración con un prolongado y fuerte aplauso de todos los miembros de su club.

EN UN MUNDO MEJOR

Directora: Susanne Bier
Intérpretes: Mikael Persbrandt, Ulrich Thomsen, Markus Rygaard
Web: http://www.sonyclassics.com/inabetterworld/



En su docu-serie “Cosmos”, Carl Sagan explicaba que “el universo no parece que sea benigno ni hostil, sino simplemente indiferente”. La directora de las notables “Cosas que perdimos en el fuego” y “Brothers”, Susanne Bier, aplica en su decimotercer filme esta afirmación a dos (micro)universos respirables, la Dinamarca del bienestar social y el Sudán en guerra permanente, para desenmascarar a través de un buen doctor (extraordinario Mikael Persbrandt), la violencia indiferente, soterrada en un caso y manifiesta en el otro, que alimenta ambas realidades.

Es especialmente acertada la parte de su metraje que se centra en la vida familiar del médico: su hijo Elias, maltratado en el colegio, traba amistad con Christian, un chico con rasgos psicopáticos, que le defiende de los mafiosos de la clase. Empapado en ese crisol de contradicciones (el “sociedad, educación e igualdad” danés contrapuesto al inmediato refuerzo de la solución violenta), el guión de Anders Thomas Jensen se convierte en una de sus obras esenciales y, así, el brutal arranque de “Mamá es boba” (1997), de Santiago Lorenzo (“me dan vergüenza mis padres”, decía allí el chiquillo palentino protagonista), vuelve a la memoria en una de las escenas familiares más crudas del último cine mundial: la derrota de un padre a cachetazos de un matón delante de su hijo y la venganza posterior de éste último (el “Haeven” del título original significa “venganza”), casi intentando reanimar esa confianza malherida (en suma, esa vergüenza inesperada) en el progenitor/héroe.

Financiada por Zentropa, la productora de Lars Von Trier, y ganadora del Oscar a la mejor película extranjera, “En un mundo mejor” se balancea entre estas dos querencias. De una formalidad/sentimentalidad seca y aterradora (en puro sentido “Dogma”), sólo diluida por las inmensidades africanas, el filme se desmerece defendiendo, quizá en lo más endeble de su planteamiento (ahí su vertiente hollywoodiense), el regreso naif a la armonía. El continente salvaje se acaba tragando a sus (malos) salvajes y el continente civilizado acaba civilizando a sus (malos) incivilizados. Aunque Sagan (y el Woody Allen de “Delitos y faltas”) hubiese arrastrado su conclusión a un sano materialismo, se engrandece el talento incómodo de Bier por poner a prueba verdades (supuestamente) universales y, en el fondo, tan problemáticas como el amor filial, el deber de venganza o, mientras la turba tortura a un paciente, el juramento hipocrático.