jueves, 30 de abril de 2009

VUELVEN RICO & GALÁN A PINCHAR!!!!

Después de emerger en los bares folk del Oviedo antiguo... Después de defraudar a sus seguidores folk con una evolución hacia el rock sinfónico... Después de volver a defraudar a sus seguidores rock sinfoniqueros con una evolución hacia la bossa nova... Después de abrazar la religión mormona, con sus cánticos a John Smith y su ropa interior mágica... Después de producir algunas de las sesiones más memorables de 2008: "Vas a quedar de Dylan hasta los huevos", "Mueve tu cucu con Aretha" o "Que alguien ponga el blues a remojo"... Después de un sonoro enfrentamiento que dejó una última obra maestra, "Nosotros le tiramos la piruleta a David Bowie"... Después de que Antonio Rico estrellase su carrera con una serie de sesiones entre el hillbilly y el techno... Después de que Eduardo Galán dilapidase su fortuna en su divorcio de Norma, una prostituta manca...

Acuciados por las deudas y una banda de mimos rumanos,

VUELVEN RICO & GALÁN
A PINCHAR!!!!

La sesión inolvidable se celebrará hoy jueves 30 de Abril, a partir de las 22:30 en el café Clandestino (C/Cabo Noval, 3). Si pagais las copas, estais invitados.

lunes, 27 de abril de 2009

EPEP

¡¡Aquí está Pepeeeeeee!!

Un chiste. Le pregunta una abuela a su nieto, “Manolín, ¿cómo se llama ese alemán que dices que me hace olvidar las cosas?”. Le responde el chaval: “Alzheimer, abuela, alzheimer”. Vale, ya sé que se lo sabían. Vale, ya sé que es malo. Lo bueno de este “chistemaloqueyasabían” es que describe perfectamente la reacción de Pepe en el Real Madrid-Getafe del jueves pasado. Se le fue tanto la pinza que ni siquiera él supo a dónde se le fue. Un rollo Jack Nicholson en “El resplandor” pero eliminando el cementerio indio. La presión de alcanzar a un Barcelona intratable te aísla como una nevada apocalíptica y la soledad de encontrarse rodeado por una defensa mediocre, solo ante el peligro, termina de rematarte. Lo siguiente es multiplicar “redrum” en rojo sangre a través de las paredes del Bernabeu y enganchar un hacha para atacar a tu propio hijo o al delantero del Getafe que tienes delante.

Por mucha maldición “watusi” o cabreo monumental que enloquezca a uno, no se justifica la reacción de Pepe. Aquello que en un hotel de jubiletas de Benidorm podría convertirse en un baile molón (“pierna al aire, ¡todos conmigo!”), en un campo de fútbol resulta inaceptable y merecedor de la sanción que el comité de Competición le ha impuesto. Esperemos que nuestro amigo Boluda, ese señor que se parece un montón a Manolo de “Manos a la obra”, no recurra la sanción de una agresión que hubiese convertido a Casquero en el jinete sin cabeza de “Sleepy Hollow”.

Eso sí, muchos de ustedes lo habrán sufrido, en el “mundo fútbol” ni el arrepentimiento ni la sanción bastan. En una escena de la imprescindible “La vida de Brian” de los Monthy Python, vemos cómo varias mujeres se ponen una barba falsa para participar en una lapidación, un evento reservado a hombres. Estos días hemos descubierto a mucha gente colocándose barbas falsas y hablando con voz grave (cuadra con la descripción de Ángel Torres) con tal de lapidar a Pepe y al Real Madrid. Se olvidan, obviamente, de qué hablamos cuando hablamos de fútbol (emociones irracionales, jugadores inconscientes, presión constante) y, sobre todo, se olvidan de que esta situación puede darse en su equipo en cualquier momento. Por eso, se les quedaron las caras lívidas al intuir un combate “Iniesta vs. Marchena” durante el partido del sábado. Por eso, guardan silencio al recordarles a Stoichkov pisando a Urízar, calzado con la misma idiotez de Pepe.

RUDO Y CURSI

Director: Carlos Cuarón
Intérpretes: Gael García Bernal, Diego Luna, Guillermo Francella
Web: http://www.rudoycursilapelicula.com/



¿Qué crisol psicótico pudo desparramar a Hugo Sánchez, José Luis Borbolla o Giovani Dos Santos? Sólo una solución: el alocado “túrmix” del fútbol mexicano. Viertan en una cacerola dos cucharadas de “soccer” latino, un tercio de béisbol revuelto y un ramito de lucha libre y compruébenlo. Aprovechándose de este cocktail explosivo, "Rudo y cursi" agita las entretelas del balompié fronterizo con la historia de dos hermanos obsesionados por el balón. Ya en el calentamiento, entiende Carlos Cuarón que el fútbol y la vida son lo mismo y por eso superpone al metraje la voz, filosófica y absurda, del cazatalentos argentino que descubre a los protagonistas. Ese representante sinvergüenza (un arquetipo universal intercambiable con el Danny Rose de Woody Allen o el Ari Gold de "El séquito") se encarga de insuflar (cierta) trascendencia a una película divertida (y punto).

Eliminados los argumentos dramáticos y el calado de "Y tú mamá también" (a favor de "Rudo y cursi"; tampoco los busca), la cinta nos engancha por las solapas a ritmo de “Los tigres del norte”. Esa despreocupación al retratar a “México lindo”, muy alejada de las sombras y roña de "Los olvidados", proporciona una oportunidad inmejorable: recorrer casi bailando los suburbios mejicanos de la mano de dos idiotas (estupenda elección de dos actores no tan jóvenes; estupendos Luna y Bernal) en busca de metas adolescentes.

Aparte de algunos "gags" muy dignos, el filme de Cuarón se sostiene sobre esa fascinación de turista que provocan las culturas “freak” (uno, viajero inconstante, enmudece al describir el DF que recoge la cámara del realizador). De un pulso ajustadísimo (únicamente flaquea el personaje de Luna) emerge el México bizarro y las luchas de gallos y los cantantes de rancheras frustrados y las lumis de concurso y los terratenientes pendejos. Enmarañado todo en un castellano incomprensible a los oídos de cualquier castellanoparlante (esto no es una paradoja), “Rudo y cursi” ofrece la oportunidad perfecta: escaparse un rato al país latinoamericano sin la obligación de emborracharse con tequila, sin la necesidad de entonar “Rancho alegre” antes de que rompa la madrugada.

LA MADRE DE ÉL

Director: Vince Di Meglio
Intérpretes: Diane Keaton, Liv Keaton, Dax Shepard
Web: http://www.mangafilms.es/lamadredeel



Hace relativamente poco, en la crítica de “Tres mujeres y un plan” para LA NUEVA ESPAÑA, me agobiaba la idea de que Diane Keaton no hubiese participado en una película redonda desde “Manhattan”. “Vale”, me responderán, “¿y qué pasa con “Misterioso asesinato en Manhattan” y “Rojos” y “Amelia Earhart” y “El padrino III”?”. Pues que les aceptaría ese argumento en el caso de cualquier otra actriz que no sea Diane Keaton. En el imprescindible “Conversaciones con Woody Allen” de Eric Lax, el director neoyorquino dice: “creo que, junto a Judy Hollyday, [Diane Keaton] es la mejor actriz cómica de cine que hemos tenido.”.

“La madre de él” (patético título) supone un nuevo intento de la intérprete por acercarse a un tipo de comedia que le queda pequeña y que le asfixia fotograma a fotograma. Ver a alguien que ha dado vida a Annie Hall o a Linda en “Sueños de un seductor”, atrapada en un papel histriónico e histérico al lado de una guapísima Liv Tyler da mucha rabia; casi tanta como descubrir que Mark Harmon, el tipo más plasta de los ochenta, se ha clonado en un actor joven y mediocre llamado Dax Shepard.

lunes, 20 de abril de 2009

M.A.R.C.E.L.O.

"M.A.R.C.E.L.O." a la caza del Barça

El nuevo Marcelo resume perfectamente al Real Madrid de Juande Ramos. Un lateral derecho que formatea su posición y se reconvierte en extremo con tal de atrapar al Barcelona. Si el brasileño saliese en una película del estilo de “Terminator”, interpretaría al cyborg (“M.A.R.C.E.L.O”: “Mechanical Armoured Robot Capable of Eliminating Lots of Objects”) que es enviado desde el futuro con el objetivo de aniquilar a la protagonista por lo civil o lo criminal. Fíjense; incluso un carioca bailongo se transforma, en manos de un Juande asfixiado, en un robot cargado de tutoriales de “Caza al culé v. 2.0”. A nuestro Madrid poco le importa dónde juegues (sólo Casillas se salvaría) si eres capaz de aportar al equipo los bytes necesarios para ganar de cualquier manera.

Otro cazador postmoderno, el agente Smith, replicaba con voz metálica a Neo en “Matrix Revolutions”: “¿Por qué, Señor Anderson? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué levantarse? ¿Por qué seguir luchando?”. Eso preguntan los culés a los desdichados madridistas con los que se encuentran. El Real Madrid, este Real Madrid de Gagos, Higuaínes y Pepes, contesta lo mismo que Neo: “Porque escogí hacerlo”. Juande Ramos ha construido un ejército de robots intercambiables que, al mejor estilo de los Transformers, adapta su forma a un estilo táctico predeterminado. Robben, artista entre trabajadores, se ha reiniciado a sí mismo tantas veces que no distingue en qué lugar jugar y cuándo soltar el balón. Pero ésas son las consecuencias de vivir en un equipo que te exige (ya le pasó a Bender en un capítulo de “Futurama”) que borres tus conocimientos previos con tal de arramplar tres puntos.

Eso sí, no me acepten desmanes de unos señores que ficharon a Bobby Robson, a Mourinho o a “Fan Jal” y que ahora se creen “Cybertronics”, la compañía inventora de los humanoides perfectos de “Inteligencia Artificial”. Los blancos actuales habitan en un mundo en ruinas, derruido por gestiones desastrosas. Que varios de ellos se rebelen a su propio funeral, como los replicantes de "Blade Runner", como los robots de “Yo, robot”, es una celebración del fútbol y la solitaria alegría una liga mediocre. Los que hoy piensan que somos R2D2, deberían tener más cuidado: ¿quién sabe si mañana observaremos la liga con el monóculo rojo, tiránico, de HAL 9000?

domingo, 19 de abril de 2009

MAN ON WIRE

Director: James Marsh
Intérpretes: Philippe Pettit, Jean François Heckel, Annie Allix
Web: http://www.manonwire.es/



Philippe Pettit tenía un sueño. Philippe Pettit es equilibrista y tenía un sueño. Philippe Pettit se imaginaba a sí mismo atravesando por un cable la distancia vacía, inmensa, que superaba las Torres Gemelas de Nueva York. James Marsh, director de cine, tenía otro sueño: rodar las peripecias de Pettit en celuloide. El fruto se titula "Man on wire" y fue premiado en los Oscar de este año como mejor película documental. El realizador plantea una estructura inusual para documentales dirigidos a la gran pantalla (en televisión suele pasar más frecuentemente): mezclar los testimonios y las imágenes de archivo con dramatizaciones del asalto colectivo a las Torres Gemelas (en ocasiones con una sensibilidad cercana, muy acertada, a Jeunet & Caro). Porque, aunque Pettit posea el rol pivotal en la estrategia de "Man on wire", los acompañantes y testigos de sus andanzas resultan tan quijotescos como él. Ni su novia primeriza (impagable escena romántica encaramados a un cable), ni esos secundarios que quedan fascinados por su presencia, valoran mínimamente la posibilidad de que Pettit se mate. Abrazados, subyugados por la ilusión de un sueño, dejan de parecer personas y trasponen sus psiques sobre personajes de ficción inmortales. Como acompañaban a Alicia el Sombrerero o el Conejo, Pettit se rodea de humanos a los que embriaga con sus ojos de niño cegado por un escaparate. Son esos ojos los que se (nos) empañan en el culmen del metraje: desde el suelo neoyorquino, subido a su cable, a Pettit no se le ve. Da igual, está demasiado lejos de las ilusiones de los mortales.

Desaparecidos los títulos de crédito, sólo encontramos una tacha al trabajo de Marsh. Tanto como se agradece que dibuje líneas entre lugares imposibles (las dos torres, los campanarios de Notre Dame), se echa en falta que no estire la línea vital de Pettit. Quizá eliminando aspectos reiterativos de la "okupación" del "World Trade Center", el director nos hubiese permitido saber qué ocurre con alguien que ya ha conseguido su sueño: ¿hay más horizontes después de romper el cielo o éstos se derrumban como torres gemelas irreductibles, como naipes enfrentados a un golpe de viento?

sábado, 18 de abril de 2009

DÉJAME ENTRAR

Director: Tomas Alfredson
Intérpretes: Lina Leandersson, Kare Hedebrant
Web: http://www.karmafilms.es/dejamentrar



La nieve no deja respirar, la cámara deshoja oscuridades.

Títulos minúsculos para un inicio de terrores mínimos y habituales.

Habitual es la respiración alterada de un niño cualquiera de un barrio cualquiera de un colegio cualquiera de un país nórdico cualquiera. Inusual la aparición de una pareja de extraños: un hombre y una niña que tapian con cartones y excusas "pop" las ventanas de su nuevo apartamento. Mientras el chiquillo observa a los visitantes, descubre a la niña, madura sobre vivencias psicopáticas: la indiferencia del asesinato en el periódico; la impotencia de unos maltratadores en el colegio o la gelidez de sus padres en realidades separadas. Unos columpios solos y nevados (¡qué solos están los columpios nevados!) acompañan encuentros clandestinos.

Escondido tras la novela de John Ajvide Lindqvist, Tomas Alfredson atrapa a sus chiquillos y une sus existencias con esos coágulos de sangre que corroen las caras de los muertos. Agrietando a los vampiros de Angela Sommer-Deburg con Ingmar Bergman, los monstruos de "Déjame entrar" asumen roles del mejor cine nórdico enturbiados por terrores diversos; así, los personajes aislados, los silencios inacabables cohabitan con asesinatos alimenticios o maldiciones eternas. Y uno no discierne qué da más miedo: la irrupción ficticia de un ser condenado o la realidad miserable de un mundo indiferente. Como todos los críos de los cuentos, nuestro niño decide fabular y atraviesa ese espejo temible para los adultos que le rodean, paradójicamente acunados por una existencia previsible y violenta.

Afirmaba John Huston que él no dirigía, que él sabía hacer "casting". Alfredson posee la misma habilidad y, además, desdice a Hitchock porque parece que sí está cómodo rodando con impúberes y animales (extraordinaria escena con un caniche). Inmersos en unos adultos de once años, Lina Leandersson (Lia) y Kare Hedebrant (Oskar) abrasan contradicciones en la piel de sus personajes: amor, muerte, sexo, nostalgia, olvido. De producción teatral, a través del suspense y el miedo avanzan los pasos de "Déjame entrar" junto a retales de Haneke, Polanski y Von Trier. Asombrosos méritos, insignificantes reproches se le pueden plantear a un filme sólido (por fin, unos vampiros construidos dramáticamente, con “cómos” y “por qués”), bien rodado (qué capacidad de filmar violencia infantil) e interpretado con los claroscuros necesarios.

Premio justificadísimo en el festival de Sitges, lo que no sabremos nunca es si la luz del tren que arrastra el futuro de nuestro chiquillo imita a aquella que despedía a Harker y Mina, o a esa otra que enterraba a Renfield en un manicomio.

lunes, 13 de abril de 2009

“GUTY”, EL MUÑECO DIABÓLICO

Guti saludando a Juande

Amigos, por un día esta columna sacrificará su tono habitual. Amigos, no me van a escuchar lanzando dardos envenenados a mi compañero Juan Jota ni me aguantarán dando caña a ese club mutante y maligno llamado Barça. Hoy tampoco me meteré con nuestro presidente (aunque sea clavadito a Newman, de “Seinfeld”) ni atacaré las alineaciones de Juande. Se dirán: ¿qué le pasa a este idiota? ¿Ha sufrido un colapso al descubrir que el verdadero objetivo profesional de Faubert es ser repostero? No. Como hicieron Freddy Kruger y Jason Voorhees en “Freddy vs. Jason”, creo que en este periodo debemos unir nuestras fuerzas con el enemigo para conseguir una meta más importante. Amigos… me cuesta sacarlo de dentro… estoy más emocionado que cuando saludé a Matt Groening… Es hora de liberar a Guti del Real Madrid. ¿Lo he dicho ya? Sí. Lo repito con un kleenex “anti-llorera”. ¡Es hora de liberar a Guti del Real Madrid!

Ay, ¿qué ocurrió con ese imprescindible jugador rubiales que nos alegraba los partidos contra el Albacete? Guti es el único futbolista español del que se podría rodar un telefilme. Si ya han hecho “Una bala para el rey” o “23-F”, lo suyo sería producir “Guti, un mancebo y un sueño”. En él, Miguel Ángel Silvestre interpretaría a un imberbe que escapó de Torrejón de Ardoz con dos ilusiones: jugar en el Real Madrid y salir en la revista “Pronto” (relean esto con musicota de James Horner y queda “niquelao”)… Después de debutar con Valdano, Guti pasa por las manos de trece entrenadores. Con cada uno de ellos (Del Bosque libra por su mímesis con Krusty), tiene lío. Que si no pones de medio centro, le espeta a Arsenio, que si no te gusta mi peinado, le dice a Luxemburgo, que si te caigo mal por que arrastro las eses, le increpa a Capello. El último damnificado es Juande Ramos. “No me apetece calentar y yes un triste”, parecía rajar Guti. Pues nada…

Justo cuando nos jugamos la temporada, Guti se dedica a dar ruedas de prensa y a maltratar al entrenador. Muy divertido. Si antes era el ángel de “Barbarella”, ahora el jugador blanco se ha transformado en “Chucky, el muñeco diabólico”. Por eso, lo mejor es que juntemos nuestras fuerzas (incluso con nuestros rivales, si le quieren, se lo cedemos) y, cambio de idea, que liberemos al Real Madrid de Guti.

sábado, 11 de abril de 2009

DRAGONBALL EVOLUTION

Director: James Wong
Intérpretes: Justin Chatwin, Jamie Chung, James Masters
Web: http://dbthemovie.com/



Todos tenemos nuestras aficiones. Yo paso el tiempo coleccionando “deuvedés” de adaptaciones bizarras de personajes animados. Respétenme, por favor. Y me importa poco que estas versiones provengan del cómic, de una serie, de un videojuego o, incluso, de un anuncio. Si son cutres, me valen. ¿Es lamentable este hobby? No sé. Es mío y punto; ¿algún problema? En mi estantería habita "Super Mario Bros." (con Bob Hoskins, ¡vestido de rojo!) entre "Captain America" de Albert Pyun y "Los cuatro fantásticos" de Roger Corman (admiren el tráiler en youtube). ¡Ah!, y si se deciden, allí también se encontrarán títulos imprescindibles como "Double Dragon" ("with" Mark Dacascos), "Las aventuras de Zipi y Zape" (aportación patria) y, por supuesto, "Street Fighter", póstuma (y horrible) película del gran Raúl Julia.

Porque, amigos, esta filia arqueológica, personal e intransferible es la única forma saludable de justificar el visionado de "Dragonball Evolution". Entiéndanme, payos. La transducción en imágenes de la serie de Akira Toryama (con sus peleas, con sus protagonistas extraños, con sus "tempos" de manga) se presenta imposible desde la perspectiva de un filme adolescente. James Wong (acostumbrado a dirigir pastiches asiáticoamericanos) no puede (sus limitaciones como realizador, especialmente de superproducciones, resultan evidentes), no quiere (su público no lo admitiría) y tampoco le dejan (no están los estudios muy aventureros últimamente). De semejante preñez diabólica sólo consigue emerger una criatura tan absurda como el Lord Piccolo cinematográfico: una especie de conglomerado verde, gritón y, admitámoslo, bastante idiota. No lo duden: me compraré la edición especial en DVD.

martes, 7 de abril de 2009

Sesión “ESTE MUERTO ESTÁ MUY VIVO”‏

Viernes, 10 de Abril, a partir de las 23:30 en La Coctelería, C/Arquitecto Reguera 3, Oviedo (Encima Hotel Reconquista)

Sesión “ESTE MUERTO ESTÁ MUY VIVO”,

por Eduardo Galán

Amigos, durante la noche del viernes se pinchará en Oviedo música de muertos, de ex – humanos que no se pueden quejar de nuestras tropelías ni avisar a los vecinos de que armamos escándalo.

El momento perfecto para celebrar que nuestro esófago todavía sintetiza gin-tonic, ruso blanco e ¡incluso Dry Martini!

El lugar ideal para ir en o encontrar pareja. Aprovéchense de la moza de al lado, ¡quizá sea lo último que hagan!

En La Coctelería sonarán personajes (ya no personas, lo siento) como:

Roy Orbison!!! Jimi Hendrix!!! James Brown!!! Ray Charles!!! Bo Diddley!!! Muddy Waters!!! Gram Parsons!!! Nilsson!!! Janis Joplin!!! Link Wray!!! Buddy Holly!!! Robert Johnson!!! George Harrison!!! Carl Perkins!!! Johnny Cash!!! Jim Morrison!!! (y muchos más)

Por supuesto, esto incluye a grupos difuntos (no conjuntos zombies como “Police”, claro):

Creedence Clearwater Revival!!! The Clash!!! Ramones!!! Beatles!!! Badfinger!!! Derek & The Dominoes!!! Delaney & Bonnie!!! Nirvana!!! Traveling Wilburys!!! (¡y la hostia en vinagre, señora!)

Y, cómo no, también haremos un guiño fúnebre a los que están a punto de cascarla (“¡a la luz, compañeros!”):

Bob Dylan!!! Chuck Berry!!! Willie Nelson!!! Keith Richards!!! Amy Winehouse!!! (y pocos más)

¡¡Os esperamos de cuerpo presente, dando vida a un gin tonic!!

lunes, 6 de abril de 2009

EQUIPO MUERTO ANDANDO

No, no sirve para hacer esparragos a la plancha

“¡Dead man walking!” (“¡Hombre muerto andando!”), aúllan los carceleros de muchas penitenciarías estadounidenses mientras un condenado a muerte atraviesa pasillos hacia la silla eléctrica. Renqueante, atontado, ¿arrepentido?, el reo arrastra sus pies, enganchado por un guarda, y espera con toda la entereza posible a que alguien apriete esa llave, esa palanca maldita, que le entierre. En Málaga, los espectadores podrían haber gritado “¡equipo muerto andando!” al Real Madrid.

Sean Penn sentía la ejecución cercana en “Pena de muerte” pero peleaba por evitarla a costa de mentirse a sí mismo. Higuaín nos revive con sus mentiras de culpable. Su gol, incrustado dentro de un equipo autómata, obsesionado con el resultado, revela que todavía podemos mover piezas en esta liga de Pasión. El Madrid se dirige al Calvario con varias cruces en la espalda: la resistencia del Barcelona (unos “cyborgs” adaptados a la victoria), la desigualdad de nuestra plantilla (lo de Sjneider es tremendo…) y la inestabilidad de un club sísmico (“Norm” Boluda me produce estertores de vergüenza ajena). Como Susan Sarandon, Juande interpreta al abogado defensor del acusado. Solitario y convencido de su inocencia, el entrenador manchego comprende lo que tiene (¡cómo lo comprende, amigos!) y, con su cara de cadáver prematuro, alienta las esperanzas del jurado madridista invocando al espíritu de Capello.

En uno de los maravillosos capítulos de “Alfred Hitchcock presenta” titulado “Colapso”, un hombre es dado por muerto cuando realmente se encuentra en un estado catatónico. Tumbado en una camilla, se le comienza a preparar para el ataúd. Como en un cuento de Poe, el tipo intenta avisar a las personas que le amortajan agitando su meñique, única parte del cuerpo que consigue mover. “¡Todavía estoy vivo!”, grita con su dedo. Nadie le ve, todo el mundo sigue inconsciente su trabajo funerario. Así es el Real Madrid. Un equipo obsesionado por demostrar a la multitud indiferente que todavía puede dar guerra. Sólo un problema; que el público nos condene a la horca, que la afición no nos vea agitar el meñique y nos dé por muertos antes de tiempo.

domingo, 5 de abril de 2009

LA DUQUESA

Director: Saul Dibb
Intérpretes: Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling
Web: http://www.laduquesa-lapelicula.es/



Poco antes de entrar a ver “La duquesa”, uno no consigue ser inmune a la enorme imagen de Keira Knightley mirándole, entornada la cabeza, semiabierta la boca, desde el cartel. Hay actores/actrices que contagian sus virus a los filmes en los que participan. Aún en su pequeña delgadez, la Knightley (y su hieratismo y su frialdad) ha trastornado el carácter de aquellos metrajes en los que ha trabajado. ¿O acaso no sería diferente la Cecilia Tallis de “Expiación” si la encarnase Rebecca Hall? ¿Y qué me dicen de la Helene Joncour de la glacial “Seda” si estuviese en manos de Ewan Rachel Wood? Sobre estos juicios previos (no prejuicios), echa a rodar “La duquesa” con méritos manifiestos: la fotografía de Gyula Pados, la dirección artística de Michael Carlin y Rebbecca Alleway y el diseño de vestuario de Michael O’Connor.

Conoce Saul Dibb la importancia vital del detalle en el género y, como Kubrick en “Barry Lyndon” o Polanski en “Tess”, recorre con su cámara (la construcción de algunos planos es asombrosa) los espacios que sus técnicos han creado para él. Pero, mientras que el recreo en la mínima vicisitud (las cenas, los teatros, los bailes furtivos) alcanza niveles extraordinarios, el guión y las interpretaciones sufren de una irregularidad pasmosa. ¿Hacen los actores mejor al texto que representan? En “La duquesa” no queda otro remedio que responder afirmativamente. Es la presencia de Ralph Fiennes frente a Knightley la que revitaliza todo el interés de la película. Inmerso en un personaje contradictorio, Fiennes compone un hombre endeble y firme, ridículo y solemne, un Duque de Devonshire que refuerza a aquellos que le consideramos uno de los actores más importantes del panorama actual. Ante tal demostración interpretativa, los escarceos de la protagonista con el aséptico Simon McBurney parecen ridículos, justo como un final de telefilme que termina de tambalear esta milimétrica celebración de artesanía cinematográfica.

sábado, 4 de abril de 2009

MONSTRUOS VS. ALIENÍGENAS

Director: Rob Letterman & Conrad Vernon
Web: http://www.monstersvsaliens.com/



Resulta desconcertante que algunos de los hitos bizarros del siglo XX hayan pasado por la “turmix” postmodernista (y comercial) para acabar convertidos en productos masivos dirigidos a infantes. Esto se debe a que los creadores de estos productos vivieron su juventud cinéfila entre películas de ciencia-ficción “vintage” (¿quién no se ha tomado unas cervezas viendo “El ataque de la mujer de 50 pies”?) y a que el mercado está más que receptivo hacia lo “freak” que nunca (miren las camisetas de Esteso, los videos de youtube o los muñequitos de Naranjito). Fuera de esta (malintencionada) impresión, “Monstruos contra alienígenas” recuerda en sus títulos de crédito a aquella (hoy olvidada) producción de Tim Burton titulada “Mars attacks!” que ya contenía intenciones similares. Un meteorito volador no identificado atraviesa el cosmos acompasado y se estampa contra una novia (toda de blanco, toda impoluta) a punto de subir al altar, convirtiéndola en una gigante. Por miserable, divertida y “weird” (esos dedos de la madre del novio), la historia hace honor a otros logros de Dreamworks que comparten esa misma (y saludable) afición de pervertir dibujos animados alejándolos del espectro infantil.

Como ocurría en “La cosa del otro mundo”, aquí también hay laboratorios secretos, criaturas extrañas (me quedo con el doctor insectoide) y militares chiflados que quieren mantener al pueblo estadounidense ciego de sus descubrimientos clandestinos. A pesar de que en determinados momentos esté más ocupada en sus múltiples homenajes “sci-fi” que en ensamblar un buen metraje, la ligera “Monstruos contra alienígenas” se disfruta con la lejana esperanza de que dentro de un chiquillo, sólo uno, germine una larva verduzca que le impulse a zamparse “La invasión de los ladrones de cuerpos” y luego “Vinieron del espacio” y luego “El día del fin del mundo” y luego “Conquistaron el mundo” y luego…