lunes, 31 de marzo de 2008

LA NOCHE ES NUESTRA

Director: James Gray
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Eva Mendes, Robert Duvall
Web: http://www.sonypictures.com/movies/weownthenight/

Clarea “La noche es nuestra” y ya nos avisa de qué va a hablar. El saxo recorre instantáneas de policías monocromáticos y acaba mimetizándose con el color de “Heart of glass” mientras un alucinado Bobby Green (Joaquin Phoenix) utiliza su lengua en Amada Juárez (Eva Mendes). De la transición del “establishment” al “disco”, de “Canción triste de Hill Street” a “Boogie Nights”, se sirve James Gray para resumir la historia de un hombre entre dos mundos: la policía, donde habita su “antigua” familia, y la mafia rusa, donde se incuba la “nueva”. Su posterior condición de hijo pródigo, en sentido inverso a Michael Corleone, constituye el reproche inicial con el que se topa este trabajo: su supuesto conservadurismo. Y, con el objeto de desembarazarnos cuanto antes de una polémica absurda, no vamos a negar su carácter. Cierto, al igual que en la película (y en la filmografía) de Coppola, James Gray subraya al núcleo familiar como lo único estable, lo único cierto dentro de una realidad mezquina. Eso sí, atrancarse solamente con esa idea (reiteramos, ideológicamente discutible pero válida) de entre ciento veinte minutos impecables de thriller, dice bastante más de sus detractores que del propio filme.

Porque fuera de discusiones morales, mezclado con inevitables referencias (de marketing) como Scorsese y (de justicia) como Lumet, el celuloide del director norteamericano es una prueba notable de saber hacer. El engranaje de Gray chirría relativamente poco: un personaje plano (Mark Whalberg) al que debería haber inflado mayor contraste o una cierta afición a la réplica de género (viene a la cabeza De Palma) no son suficientes deméritos para denigrarlo. Además, no lo son si colocamos en la balanza sus aciertos: reivindicar una realización clásica en tiempos de videoclip; dirigir con mesura a un reparto rocoso (Duvall, Phoenix, excepcional Mendes); y ensamblar un desarrollo de libro en el que planteamiento, nudo y desenlace no suenan a extraterrestre. Aunque, si hay que presentar una muestra definitiva (y que, lamentablemente, ensombrece al resto), ésa es una emboscada lluviosa a través de asfaltos secundarios. Planos cortos, medios, lentos, tempos ajustados y un sonido desnudo, otro mérito de Gray, asuelan al protagonista, asombran al espectador ante tanta habilidad.

DESPIERTO

Director: Joby Harold
Intérpretes: Hayden Christensen, Jessica Alba, Lena Olin
Web: http://www.awakethemovie.com/

“Colapso”, el séptimo episodio de la primera temporada de “Alfred Hitchcock presenta”, relata las últimas horas de un hombre paralizado que observaba cómo, dándole por muerto, los visitantes de la morgue no eran conscientes de estar enterrando en vida a un ser humano. Arrastrada por el espiritu de Poe, la cámara desvela un pequeño movimiento del dedo meñique que, atrapado en un cuerpo inmóvil, intenta avisar a los inconscientes de la terrible equivocación que están cometiendo.

El guión de Joby Harold para “Despierto” evoca el trabajo del maestro ingles. Decimos “evoca” porque las artimañas de uno y del otro son muy diferentes. Si lo que, en principio, arranca como una película melosa con dos protagonistas asépticos, de pronto se transforma engañosamente en un suspense deshonesto. “Despierto” lo tiene todo para cabrear al espectador inteligente: su vuelta de tuerca a la mitad (¡qué desvergüenza!), su recurso fácil (y difícil de sostener) de mantener a Christensen “fuera” de su cuerpo, los diversos “gotelés” de guión que sonrojan (un ejemplo, Lena Olin descubriendo el pastel),… Perdonando estos trucos de trilero malo, resulta muy sencillo encontrar el ingrediente esencial que separa a “Colapso” de “Despierto”: se llama “suspense”. Aún siendo la palabra más repetida por el cineasta británico, Joby Harold no la hace suya nunca y su trabajo, sin los mínimos necesarios, da la impresión póstuma de no superar jamás la mediocridad.

PAPÁ POR SORPRESA

Director: Andy Fickman
Intérpretes: The Rock, Kyra Sedgwick, Madison Pettis
Web: http://www.gameplanmovie.com/

Junto a “La noche es nuestra”, se estrena esta semana “Papá por sorpresa”, otra cinta que hace referencia a los vínculos filiales. Ya que de aquella hemos hablado sobradamente, toca abordar las formas de la factoría Disney para producir un manifiesto blando y barato a favor de la procreación, aunque ésta provoque una niña repelente y chillona. Uno, que la ha sufrido en versión original, puede asegurar que pocas veces se han apelmazado en pantalla dos actores de la talla de The Rock y su acompañante pipiola, Madison Pettis. El primero, parapetado en su altura de jugador de rugby, ofrece una sesión de musculitos, ternura (uy, he revelado cómo acaba) y desproporción ¿interpretativa? (atrévanse con sus “raticos” cómicos, amigos). Delante está la enana que le descubre su paternidad justo en el momento de mayor éxito de su carrera al frente de un equipo de rugby. Tremenda papeleta que soportamos con una mueca de incredulidad al ver en ella a la, en otro tiempo, encantadora y salada Kyra Sedgwick.

CASI 300

Director: Friedberg & Seltzer
Intérpretes: Sean Maguire, Carmen Electra, Kevin Sorbo
Web: http://www.casi300.es/

Hacer comedia parece fácil; más aún si se trata de seguir la rueda de “Aterriza como puedas”, ese extraordinario “slapstick” postmodernista que inauguró la factoría ZAZ (Zucker, Abrams & Zucker) y que continuó con maravillas como “Agárralo como puedas”, “Hot Shots” o “Scary Movie 3”. Desde entonces, han aparecido muchos sucedáneos en las cunetas: “¡Mafia!”, “Spaceballs”, “Espía como puedas”,... y ahora le toca el turno a “Casi 300”. En ella se demuestra empíricamente lo complicado de conseguir cachondeo mediante una sucesión de “gags” (aparentemente) incoherentes entre sí. Vale, inoculados como “emepetreses” graciosos nadie podrá negar una sonrisa al admirar a Kevin Sorbo haciendo el idiota, a Carmen Electra mostrando cacho o al gran Ken Davitian (“Borat”) replicando a Xerxes (“300”). Pero he aquí la infinita distancia con los ZAZ: una vez montados en el metraje, estos pequeños chispazos desaparecen, perdidos en un mogollón de chistes de saldo, en un conglomerado de idioteces sin gracia.

martes, 25 de marzo de 2008

SEDA

Director: François Girard
Intérpretes: Michael Pitt, Keira Knightley, Alfred Molina
Web: http://www.silkmovie.com/

Teniendo en cuenta el enorme éxito comercial de “Seda”, la novela de Alessandro Baricco, su transmutación en celuloide era simplemente cuestión de negociar los derechos. Once años después de su publicación, llega a nuestros cines la adaptación cinematográfica de François Girard, reconocido por el gran público gracias a “El violín rojo” (1998). A lo largo del metraje, el director francés sigue fielmente las líneas del escritor italiano cuando cuenta la biografía de Hervé Joncour (Michael Pitt), un mercader decimonónico, llevándole de Occidente a Oriente en la búsqueda de gusanos de seda para la fábrica de su pequeño pueblo. El descubrimiento de Japón, con sus colores y olores, supondrá la ruptura con su pasado.

Si, una vez enterrados los créditos, nos preguntan por una palabra para definir “Seda”, sería gelidez. El problema de esta taxonomía implacable aparece cuando hacemos cuentas y no discernimos de dónde proviene dicha sensación. De factura impecable (su producción y su dirección artística rozan el sobresaliente); de BSO memorable (a los mandos, Ryuichi Sakamoto); de hábil sentido visual (mérito de Girard, una voz en off ajustada)… ¿qué impide a “Seda” poseer la emotividad de, escogiendo una cinta reciente y próxima, “El velo pintado”? Primero, lo más evidente: la pareja principal. Michael Pitt, actor limitado, y Keira Knightley, actriz limitada, jamás logran eliminar la distancia emocional que nos podría acercar a su complicada relación de idas y venidas. Segundo, el “tempo” del relato: a pesar de tratarse de una narración literaria, Girard requeriría más brío (y un uso más racional de las elipsis) en determinados pasajes.

Pero estos detalles no bastan, habría que desenmascarar la esencia de esta frialdad. ¿Cómo conseguirlo? Pues desmontando el motor del relato, es decir, la aventura japonesa; entonces contemplaremos su falta de solidez. Miren algunas piezas: no se acaba de justificar la obsesión de Joncour con el regreso al país oriental; ni se desarrolla efectivamente la relación epistolar con la “madame” asiática; ni entendemos (quizá déficit nuestro) la fascinación desmedida del protagonista por una joven japonesa aséptica y, esto la uniría con el correcto metraje de Girard, gélida.

COMO LA VIDA MISMA

Director: Peter Hedges
Intérpretes: Steve Carell, Juliette Binoche, Diane Wiest
Web: http://www.daninreallife-themovie.com/

Todo cómico, y especialmente los norteamericanos, debe pasar el trago de protagonizar una película romántica en algún momento de su carrera. Por ejemplo: Steve Martin en “Roxanne”, Billy Cristal en “Cuando Harry encontró a Sally”, Jim Carrey en “Olvídate de mí”... y ahora Steve Carell en “Como la vida misma”. Dan (Carell), un periodista viudo, describe en sus columnas sus supuestos valores vitales: honradez, amor, fidelidad... serán sus tres hijas y una desconocida (Binoche) las encargadas de descubrirle que su existencia no se rige exactamente por estos principios.

“¿A quién ama Gilbert Grape?” sirvió para dos cosas: abrir las puertas hollywoodienses de Lasse Halstrom y descubrir a un novelista desconocido, Peter Hedges. Diecisiete años después, Hedges apuesta por contar sus historias en celuloide con “Dan in the real life”, juego de palabras desmontado en la versión española, y la cosa no se eleva sobre las buenas intenciones. En esa marcha está el realizador cuando apuesta por una narración sentimental, de poco calado y, básicamente, previsible. Todos los asistentes sabemos qué va a pasar (incluso Hedges se digna a remarcarlo en un final blanquísimo), cómo van a actuar las chiquillas, cuáles van a ser los consejos de la madre protectora... contradictoriamente, ahí reside el mayor acierto del filme; no se puede devolver la entrada por estafa. Incluso el extraordinario Steve Carell, irregular en un papel arquetípico, olvida a la miserable “The Office” y se acerca a la bondad de “Sigo como Dios”. Eso sí, mención aparte merece la Binoche en un rol alimenticio. Su interpretación resumiría el resultado final del largometraje: está tan forzada que ni molesta.

LLAMADA PERDIDA

Director: Eric Valette
Intérpretes: Shannyn Sossamon, Edward Burns, Ana María Talancón
Web: http://wwws.warnerbros.es/onemissedcall/

Últimamente, cada poco aterriza una adaptación norteamericana de cine de terror japonés. La semana pasada, “The Eye”, hace un tiempo, “The Ring”… con “Llamada perdida” seguimos esta tendencia. Además, existe otra característica soterrada que une a (casi) todas ellas: no aportan nada al original. El filme de Valette no podía ser una excepción a la regla. Aquí lo que importa es replicar una historia (pero sin ojos rasgados), para eso contratamos a la salada Sossamon, al plasta de Edward Burns y a la perdida Talancón. ¿El resto? La misma cantinela de siempre… por ahí se sacan cerezas de la boca, por el otro lado surgen niñas fantasmagóricas y en los fondos habitan objetos punzantes perfectos si no estás acostumbrado a los sustos. Verdaderamente, y haciendo un esquema fácilmente comprensible, “Llamada perdida” es una pérdida de tiempo para aquellos que no son estrictamente fans de género. ¿El resto de humanos? Se pueden bajar el politono que anuncia la distribuidora. Da mucho miedo.

sábado, 15 de marzo de 2008

LOS FALSIFICADORES

Director: Stefan Ruzowitzky
Intérpretes: Karl Markovicz, August Diehl, Devid Striesow
Web: http://www.thecounterfeitersfilm.com/



“Oscar” a la mejor película extranjera, “Los falsificadores” retrocede en su montaje desde los guetos burgueses de postguerra hasta el campo de concentración de Sachsenhausen. El nexo de tiempos es Salomon Sorowitsch (Karl Markovicz), un extraordinario timador judío al que se le “encomienda” una enorme responsabilidad: replicar el dólar y la libra. Durante el Apocalipsis nazi, el barracón de la ‘Operación Bernhard’ permanece como un edén de sábanas limpias, fuera del horror gracias a un plan que puede acabar con la economía del enemigo.

A medida que avanzan, los agobiantes e incesantes planos medios de “Los falsificadores”, construyen un filme desigual. Su esfuerzo en desvelar departamentos estancos de la existencia (un casino de clase alta, un bar clandestino y una jaula dorada) por mucho que evidencie su honestidad, no consigue imbuir en el espectador la sensación de estar delante de un relato sólido. Y, llega lo raro, nadie le va a negar a Ruzowitzky que no ponga todo de su parte: ahí está su actor principal (obsérvenle en la mimesis del derrumbamiento), sus escenas terribles (la denigración mingitoria de un prisionero) o su extraña habilidad, quizá en su uso de la cámara, quizá en nuestro recuerdo del Holocausto, para dejar la pantalla sucia de cenizas humanas. Incluso, Ruzowitzky rueda unos minutos inolvidables que desbordan al metraje total: en la liberación del campo, los prisioneros “burgueses” descubren el más allá. Con lo dicho hasta ahora, ¿qué le falta a “Los falsificadores”? Puede que sea una excesiva autoconciencia, quizá algún recurso dramático muy sobado… el caso es que, cuando llegan los títulos de crédito, uno sabe que le ha gustado sin entender por qué no más.

LAS CRÓNICAS DE SPIDERWICK

Director: Mark Waters
Intérpretes: Freddie Highmore, David Strathairn, Mary-Louise Parker
Web: http://www.spiderwickchronicles.com/



Mark Waters, experto en comedias ñoñas (“Ponte en mi lugar” u “Ojalá fuera cierto”), da un ¿giro? de género y se apunta a la fábula infantil con “Las crónicas de Spiderwick”. La sinopsis no debería maravillar a nadie: dos niños gemelos (interpretados por Freddie Highmore) se mudan a una casa familiar en el campo junto a su madre y su hermana adolescente. Un libro escrito por su tío Arthur con sus “fantasías” servirá para ir revelando la existencia de una dimensión paralela donde habitan criaturas extraordinarias, pero también peligrosos monstruos dispuestos a controlar nuestro mundo.

Este cuento, rodado con presupuesto “major” y corrección aplastante, se ubica en la corriente actual hollywoodiense de rodar grandes relatos para niños fuera de la animación (“Stardust”, “Harry Potter”, “Las crónicas de Narnia”...). De esta manera, lo que lo que en la antigüedad eran producciones de dibujos, ahora ha sido suplido, con la aparición de las enormes productoras de efectos digitales, por un inmenso despliegue de criaturas sobre pantalla verde. Un asombroso Nick Nolte digitalizado y verosímil (recuerden “Beowoulf”), representa perfectamente la fusión entre las técnicas de creación 3D y el cine de acción real, entre píxel y carne. Aunque no se engañen, el gran reto de este tipo de producciones sigue siendo exactamente el mismo que el de sus progenitoras: contar una historia atractiva. Esto lo alcanza “Las crónicas de Spiderwick” casi en el “photo finish”. Freddie Highmore, en dos papeles arquetípicos, no repugna como protagonista (¡gran logro!) y las diversas aventuras transcurren con la agradable estandarización de este tipo de productos. Además, es esencial poner las cartas sobre la mesa: si se le añadiese la fuerza necesaria, el riesgo deseado o una rebaja en el almíbar, “Las crónicas de Spiderwick” dejaría de pertenecer a la industria de Hollywood y pasaría a ser un filme checo.

EL MENOR DE LOS MALES

Director: Antonio Hernández
Intérpretes: Carmen Maura, Roberto Álvarez, Verónica Echegui
Web: http://www.filmax.com/



Tres personajes intercalan subtramas en una casa de campo: un político en ascenso, su hermana solterona y su amante adolescente. La amenaza de un chantaje que podría acabar con la carrera del insigne hombre de familia acecha sobre sus cabezas y proporciona las dosis suficientes para ennegrecer el guión de Galeano y Hernández. Finalmente, los despropósitos derivados de esta empresa la dejan en el subgénero de comedia “noir”.

Antes de empezar, se requiere un reconocimiento a la labor de Antonio Hernández. Diez años después de su debut en la recomendable “Lisboa”, el director castellano (y siempre si nos olvidamos de su labor alimenticia “El gran marciano”) ha conseguido escribir (doble mérito) una serie de películas dignísimas con absoluta discreción y modestia, virtudes desconocidas en el cine español actual: “En la ciudad sin límites” (su mejor metraje), “Oculto” y “Los Borgia”. Con su nuevo proyecto, “El menor de los males”, aborda un cine tragicómiconacional que le relaciona con Berlanga, Fernán-Gómez o Ferreri; y probablemente este sea el mayor de los males de Hernández: en ningún momento supera esa pátina y atrapa la esencia de los filmes clásicos. Los trabajos del correcto Álvarez (magnífico secundario, discreto protagonista), la dispersa Maura (aquí sería achacable a su papel “adramático”) y la niña Echegui (veremos su potencial cuando haga un cambio de registro), se diluyen en un guión deslavazado. Porque, aún con aciertos (el séptico “the end”) y desaciertos formales (una escena de sexo absurda), no se le puede achacar ninguna de las oscuridades del filme a otra cosa que no sea su irregular escritura. Lo que aguantaría como episodio piloto de cualquier serie, en cine tiene todas las papeletas para convertirse en aburrido. Bastaría seccionar el sobrante (entre otras cosas, el personaje de Maura se desecharía), cabruñar la mala leche y, en vez de en una obra muy menor, este filme quedaría como otra prueba del buen hacer de Antonio Hernández.

HORTON

Director: Hayward/ Martino
Web: http://www.hortonmovie.com/



“Robots” e “Ice age” fueron los dos primeros proyectos de la factoría Blue Sky, precisamente la que hoy acomete su asalto al primer nivel del cine de animación digital: “Horton”. El elefante que da título a la película protagoniza un incidente fuera de lo normal cuando descubre que en una pequeña molécula de una flor habita toda una ciudad, Villaquién, de pequeños seres sometidos a las inclemencias del devenir de los gigantes. Esa microscópica población está conducida con mano de hierro por su Alcalde, un tipo inconsciente, como todos sus congéneres, de su reducido universo.

A pesar de estar basada en un cuento del insufrible Dr. Seuss (quien le conoce, lo sabe), “Horton” demuestra la madurez de la factoría Blue Sky. Su interesante juego de cristales microscópicos retiene el interés durante un buen rato y, probablemente uno de sus puntos fuertes, ayuda a los pipiolos acompañantes a acostumbrarse a esa extraña relación de fenómenos causa-efecto. Valorándola desde su versión original (con Jim Carrey y Steve Carell), “Horton” sólo merece alabanzas: certificado su estricto conocimiento de los tempos animados y su brillante creatividad (fíjense cómo entra en casa el minúsculo protagonista), no nos podemos dejar en el tintero un detalle. De entre tanta capacidad, ¿por qué alguien no es capaz ya de decir a la factoría Seuss que sus muñecos de cabeza acapullada, cansan mucho, muchísimo?

VAYA PAR DE PRODUCTOREX

Director: Stephen Surjik
Intérpretes: Tom Riley, Tom Burke, Carmen Electra
Web: http://www.iwantcandymovie.com/



Ningún aficionado a la comedia gamberra podrá reprochar a Stephen Surjik su punto de partida: unos frikis obsesionados con ser directores de cine, encuentran el camino de entrada al séptimo arte a través de la industria del porno. Sin pasta para la producción guarra, no se les ocurre mejor idea que pedir el parné a unos mafiosos con la falsa promesa de contratar a Candy Orificios, la mayor estrella del cine para adultos.

Con semejantes elementos (pareja de extraños, mozas saladas, equívocos a tutiplén…), uno se espera pasar un buen rato a base de groserías acumuladas cual moscas sobre un trozo de detrito. Pues la verdad es que eso no acaba de pasar y la explicación empírica parece obvia: para ser considerada como tal, la comedia gamberra tiene que proceder del mismo país que el “rock ‘n’ roll”, Pamela Anderson y Hugh Hefner. “Vaya par de productorex”, una serie de aceptables gracias costumbristas y mínima escatología (vamos, “Full Monty 2”), posee un déficit genético con respecto a maravillas como “Supersalidos” o “Aquellas juergas universitarias”: se ha gestado en Inglaterra. Atufados por lo “cool”, en Europa todavía necesitamos tiempo para alcanzar la armonía entre el fluido seminal y la carcajada babeante, entre la reflexión sobre la inmadurez masculina y el escroto aprisionado por una cremallera asesina.

THE EYE

Director: Moreau/ Palud
Intérpretes: Jessica Alba, Alessandro Nivola, Parker Posey
Web: http://www.theeyethefilm.com/



Después de pasar sin pena ni gloria por nuestras materias grises, “The Eye”, la película japonesa en la que se basa este “remake” norteamericano, convierte en titánico el esfuerzo para entrar en el cine y ver esta nueva versión fotocopiada. Claro, las dos sarandongas cuentan lo mismo: una chica ciega recibe un transplante de córnea y comienza a tener ¡visiones extrañas! (léase con voz grave y en la oscuridad). Vamos, que esos globos oculares tienen mucho peligro: ahora divisan un niño raro (¿por qué siempre hay niños raros?), ahora sufren un susto barato (¿no lo son aquellos que podemos preveer?), ahora desenfocan una estancia llena de gente (¡igualito que en la disco!). La sucesión de aberraciones es tal que sorprende que nos sorprenda la desvergüenza de un epílogo trilero y horroroso.

Desengáñense, este filme hecho a cuatro manos (probablemente una decisión del estudio al admirar el guapísimo resultado final) no pasa de lamentable. Ni siquiera compensa disfrutar un ratico a la majísima Jessica Alba: con alquilarse “Los cuatro fantásticos”, “Inmersion letal” o “Sin City” ya nos bastaba.

domingo, 9 de marzo de 2008

10.000

Director: Roland Emmerich
Intérpretes: Steven Strait, Camilla Belle, Cliff Curtis
Web: http://wwws.warnerbros.es/10000bc



Condicionados por el turgente recuerdo de las formas de Raquel Welch en “Hace un millón de años”, la entrada al cine para ver “10.000” se hace menos cuesta arriba. ¿Podría ser de otra forma? En el trailer, como único reclamo de la producción megasúperextragrande de Roland Emmerich, aparece la majísima Camilla Belle. Vale, lo que esperábamos era una aventura kitsch, novelesca (aquí la Historia importa bien poco) e inexcusablemente entretenida. Y la cosa, en principio, poseía la fórmula: chica lozana deambulando por un rollete de peripecias de alto presupuesto. Perfecto, diría cualquiera.

Pues no. En el nuevo estreno de Emmerich no funciona nada (y van…). Su arranque infantil, con la habitual milonga de un “pipiolo destinado a salvar a su pueblo por una anciana fea y casi ciega”, comienza a cansar. Después, la absurda carrera de juventud con mamuts digitales produce bostezos inacabables. Finalmente, el rescate de la salada protagonista de “una malvada tribu de rabudos que construyen pirámides más grandes que el palacio de Calatrava”, huele a un plagio malo de la espléndida “Apocalypto”. Porque no existen las motivaciones verosímiles (antes de dar el garrotazo a las mancebas, ¿el amor era lo importante para los mozos prehistóricos?); porque nunca se teje una narración coherente (¿no creen que el montaje se hizo con un programa aleatorio?); porque el atrezzo y las circunstancias son de vergüenza ajena (¿unos trogloditas de sonrisa “profiden” que hablan “inglish”?), podemos nominar ¡un año antes! a “10.000” como candidata a los premios “Razzie” en la categoría de peor película del año. Faltaría, a la búsqueda de algo positivo entre tanto despropósito, felicitar a Emmerich por el que parece su único talento: el casting de chavales y chavalas guapas. Aunque, pensándolo bien, eso también lo hacen en “Míster y Miss España”.

LOS PERROS DORMIDOS MIENTEN

Director: Bobcat Goldthwait
Intérpretes: Melinda Page, Bryce Johnson, Geoffrey Pierson
Web: http://www.sleepingdogsliethemovie.com/



Como las fábulas de Samaniego, “Los perros dormidos mienten” tiene como protagonistas a dos animales: un cánido y una humana. La historia es muy simple; una tarde universitaria, mientras Amy disfruta de su ocio de clase media, no se le ocurre mejor forma de compartir tan agradable momento con su perro que regalándole un poco de sexo oral. Años después, comprometida y casadera, a Amy se le planteará un dilema moral: ¿debe apostar por la verdad y revelarle este incidente a su novio?

En un mundo donde la sinceridad paranoide se contagia de los libros de autoayuda a las parejas, Bobcat Goldthwait escribe un manifiesto a favor de la omisión. El imaginario de las “medias naranjas”, del “uno hecho para la otro” (y viceversa) o, su vertiente más miserable, del “hombre/ mujer de mi vida”, halla su respuesta “punk” en la tinta de la perversa mano del director norteamericano. Cada uno de los personajes de “Los perros dormidos mienten” guarda algún secreto imperfecto detrás de su silenciosa perfección: cópulas rockeras, puestazos inconfesables, necrofilia bizarra... El derrumbamiento de esas máscaras (que, en mayor o menor medida, todos llevamos puestas) deja en evidencia lo absurdo de sacar a flote, cual mojón perruno, la verdad y nada más que la verdad. Aunque debido a una idea tan llamativa el desarrollo se empequeñezca, a la obra de Goldwaith nunca se le podrá reprochar su intención: hacernos mejores. Porque ¿acaso no es ese el objetivo de las buenas fábulas?

ENFRENTADOS

Director: Daniel Von Ackerman
Intérpretes: Pierce Brosnan, Liam Neeson, Anjelica Houston
Web: http://www.sonypictures.com/movies/seraphimfalls/index.html



Una persecución marca el “tempo” del western “Enfrentados”: Carver (Liam Neeson) y sus hombres acechan a Gideon (Pierce Brosnan) a lo largo de un viaje sin destino. De formación televisiva (“CSI”, “Numb3rs” o “Californication”), Daniel Von Ackerman abandona este medio y pasa al cine con todos los vicios y virtudes del anterior. Entre lo más endeble destaca una sensación: el relato no supera nunca los cuarenta y tantos minutos de interés. Esa reiteración vacua en la escapada, a veces sin mayor objetivo que rellenar escenas, se hace más obvia cuando se desvelan los verdaderos motores del relato. Algunos narrativos (su certificación de lo poliédrico de la maldad y la bondad) y, por encima de éstos, los interpretativos. Pierce Brosnan y Liam Neeson, enganchados en un juego de vencedores perdidos, aportan lo necesario para que unos personajes planos tomen dimensión inflándoles talento interpretativo. Sus diversos cruces, especialmente en ese desierto mefistofélico de epílogo, reiteran la impresión de estar ante lo mejor de los noventa minutos de rollo.

Eliminado el sobrante, la modesta y olvidable “Enfrentados” demuestra que, ya transcurridos muchos años desde Lumet o Frankenheimer, la vía rocosa y difícil de transitar sigue siendo la que lleva a los creadores desde la televisión a la gran pantalla; vamos, desde la 1ª División a la Liga de Campeones. Frente a aquellos que definen a las series como el nuevo reducto de calidad ante un cine inutilizado volvemos, perdonen las sensibilidades catódicas, al maestro Wilder: “Antes, trabajar en el cine era una vergüenza. Hasta que inventaron la televisión”.

lunes, 3 de marzo de 2008

UN BLANCO RADIANTE

EL BARCELONOSAURIO

Amigos, ya lo decía el tío cacahuete de Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Llevábamos siendo líderes limpísimos demasiado tiempo. Fíjense que no nos salpicaban ni las discusiones rabudas con aficionados contrarios: habíamos llegado a conseguir evitar sus perdigones salivales como Keanu Reeves en “Matrix”. Aún así, espero que lo tuviesen claro; esta tranquilidad de “La casa de la pradera” no podía durar. ¿Recuerdan “Parque Jurásico”? En ella, un abuelete muy gracioso y simpático, a la par que millonario, decide revivir a unas cuantas especies de dinosaurio extinguidas hace millones de años. El Real Madrid, en su afán loco de líder sólido y millonario, ha hecho lo mismo. Juntando piezas de ADN encontradas en la rabadilla de Johan Cruyff con diversas derrotas injustificables, el club blanco ha resucitado a un animal desaparecido y más peligroso que la niña de Rajoy: el Barcelonosaurio.

El Barcelonosaurio es una especie de dinosaurio terodópodo que habitó, según han certificado muchos estudios arqueológicos, en los noventa. Debido a las dificultades inherentes a la exploración de una época tan remota (en ese tiempo no existía ni Internet ni el agua de sabores) pocas certezas han quedado de estos carnívoros. La primera, que parece que ganaron algunas ligas y Copas de Europa. La segunda y definitiva, que esperábamos no verlos cerca nunca más. Pues nada, fue montar un lamentable espectáculo contra el Getafe, ¡menudo ridículo!, y allí teníamos a estos reptiles, echándonos el aliento en el cogote. Encima, utilizando su poderío en el divino arte de marcar goles con la zarpa, se subieron a la parra copera tras ¡empatar en casa! contra un equipo “Titanic”, el Valencia.

Pero, lógicamente, quien se extinguió una vez, puede extinguirse dos. Eso le pasó al Barcelonosaurio el sábado en el Calderón. Un par de meteoritos del Kun y los pobres se quedaron para el museo arqueológico de Navalcañete de los Truéjanos. Mientras tanto, el Madrid en un partido complicadísimo (expulsiones, hachazos, un equipo motivado enfrente), resolvió la papeleta como un líder lo haría. Vale, Raúl marcó en fuera de juego… ¿y? Al final, la evolución deja al Barcelonosaurio y al Recre donde les toca. ¿Una pena? No, es lo que tiene el darwinismo.

sábado, 1 de marzo de 2008

EN EL PUNTO DE MIRA

Director: Pete Travis
Intérpretes: Dennis Quaid, Matthew Fox, Forest Whitaker
Web: http://www.sonypicturesreleasing.es/sites/enelpuntodemira/main.html



Un mismo hecho y varios puntos de vista. Esta oportunidad deífica que inauguró en cine "Rashomon" se mezcla con la actualidad televisiva ("24", "The Wire", "Prison Break") y, maravillas del postmodernismo, termina produciendo la remezcla titulada "En el punto de mira". Un atentado contra el presidente norteamericano en una Salamanca mejicanizada es diseccionado mediante episodios en "flashback" de cada uno de los personajes (lo único tosco, esos rebobinados de introducción): una realizadora, un escolta, el dirigente, un testigo,...

Si la pensamos como un entretenimiento, así se debe considerar y así trata de mostrarse ella, a "En el punto de mira" no hay demasiado que reprocharle. Ni a su divertido mecano (en su agilidad, en su uso de la elipsis), ni a sus intérpretes (un casting dignísimo sin estrellonas), ni a sus momentos de acción (sorprende la habilidad de una persecución automovilística por Salamanca). Eso sí, en el doloroso (e innecesario) instante que agarramos el bisturí, con pinchar mínimamente la superficie inmaculada sale la bilis verde y mentirosa. Resulta injustificable (y de trilero inexperto) el juego de manos con el presidente, la poca consistencia del papel de Eduardo Noriega o un final atropellado e inverosímil. Aunque, al estilo de “showmen” inteligentes, esto no le importa a Pete Travis y a sus chicos. ¿Que nos han engañado burdamente? Sí. ¿Que se le nota en exceso el cartón al metraje? También. ¿Que nos lo hemos pasado muy bien? Sobre todo.

27 VESTIDOS

Director: Anne Fletcher
Intérpretes: Katherine Heigl, James Marsden, Edward Burns
Web: http://www.27vestidos.es/



En el cartel de "27 vestidos", cual medalla en la pechera del general Patton, aparece la frase "de la guionista de "El diablo viste de Prada"". Si han visto aquella milonga protagonizada por Meryl Streep y Anne Hathaway, podrán entender perfectamente qué historieta nos vende este estreno: una chica guapísima (y sosísima, Katherine Heigl) se dedica a ver cómo se casan sus amigas molonas. Claro, la pobre no necesita más que enamorarse de su jefe (por fin Edward Burns revela su calaña de actor mediocre) para que sea su hermana bombón la que se lo ligue. Menuda tragedia familiar. Tranquilos, que no se va a quedar solterona... rápidamente llega un pretendiente incomprendido con ansias de amor y a la chorba en el punto de mira.

Pues en esta sucesión de despropósitos germinan las películas de revista femenina: lo primero, trazan a una protagonista buena, galana y avispada. Lo segundo, pintan alrededor un mosaico impresentable de personajes que bordean los "no tienen nada dentro" (obsérvese la hermana "superficial" o las casaderas) y otros que "sí tienen algo dentro" (valga de ejemplo la sabia amiga). Lo tercero, maquetan una realización de telefilme con música de Wet Wet Wet o Simply Red. Y por último, como colofón al pastelazo, dibujan a una serie de hombres estúpidos (precisamente, los que a la chiquilla le gustan hasta que las circunstancias le revelan que no son su tipo) y a un cándido metrosexual (aquí, James Marsden) que todos queremos para ella. Fíjense qué bonito... qué vacuo, qué banal, qué aburrido, qué peligroso... pero qué bonito.

EL ÚLTIMO JUSTO

Director: Manu Carballo
Intérpretes: Diego Martín, Ana María Talancón, Antonio Dechent
Web: http://movies.filmax.com/elultimojusto/



El valor, como a los toreros, se le supone a Manu Carballo por intentar importar el modelo de superproducción a nuestro país. “El último justo” trata de ser un producto de acción que mezcle el misterio con el thriller; hablando en plata, una especie de adaptación cañí de “El código Da Vinci”. Conviven, por tanto, el elegido, la malvada sociedad secreta y los diversos enigmas de rigor con el presupuesto escaso y las ganas de debutante.

El problema de esta película reside en dos puntos: a priori, en que el espectador actual viene maleado de casa (estamos muy acostumbrados a consumir fotogramas de millón de dólares con sólo apretar un botón); y a posteriori en que, por mucho entusiasmo que ponga Carballo para seguir el camino del blockbuster, el engranaje no funciona nunca. La mayor parte se resume en un quiero y no puedo: los actores (Martín lo intenta), los diálogos (ya chirrían desde los minutos con Goya Toledo), las situaciones conocidas, las repetitivas escenas de acción (incluso se replican varias veces tomas con cámara rápida e inclinada)… nada se escapa a la pobreza general del metraje. Ni siquiera un Federico Luppi tan desubicado como las piezas sueltas del puzzle blanco que se dedica a resolver.