martes, 13 de septiembre de 2011

NOCHE DE MIEDO 3D

Director: Craig Gillespie
Intérpretes: Anton Yelchin, Collin Farrell, Christopher Mintz-Plasse
Web: http://www.welcometofrightnight.com/


Nuestra viejunez rampante, que ya incluye el alquiler en un BETA de la película original de “Noche de miedo 3D” (“Fright night”, Tom Holland, 1985), temía un “remake” infectado de ese vampirismo a lo Stephanie Meyer: asexualidad “cool”, goticismo e impostura. Los nombres de los implicados calmaron rápidamente cualquier prejuicio: Craig Gillespie (el director de “Lars & the real girl” y la subvalorada “Mr. Woodcock”), David Tennant, el gran Christopher Mintz-Plasse y, como el chupasangres antagonista, una buena dosis canallesca de Collin Farrell.

Estos (benditos) ingredientes se reúnen en la historia de un adolescente (Yelchin) que descubre que su vecino es un vampiro (Farrell) y trata de evitar que acabe con su barrio con la ayuda de un cazador principiante (Tennant). Despojada de ese (irrecuperable) encanto suburbial-ochentero que el original compartía con producciones de similar fondo (“No matarás… al vecino”, de Ray Peterson) y ataviada con un innecesario 3D, sí posee el filme de Gillespie otros méritos: proporcionar sabor “teen” a un argumento universal y resucitar el envidiable ritmo de su predecesora. Ese animal salvaje que encarna Collin Farrell con actitud “rock & roll” nos basta, al estilo de una magdalena de Proust mojada en sangre, para hacernos conscientes del por qué nos gustaban los vampiros y, sobre todo, del por qué dejaron de gustarnos. En este sentido, la lucha entre ese depredador insaciable y el cazavampiros al que acude el chaval evidencia las intenciones del cineasta: frente a la sexualidad mantis de Farrell, Gillespie contrapone a un cazador que vive de unos espectáculos en el Hard Rock Hotel de las Vegas con vampiros y vampiras góticos, enamoradizos y grandilocuentes.

Resulta que, casi una empresa heroica, alguien reivindica el vampirismo como maldición y aún no es lo más interesante del filme. Dice mucho del guión original de Tom Holland que el “nerd” interpretado por Christopher Mintz-Plasse (“Supersalidos”) termine pasando a la “wild side” de ultratumba y alcance el sueño de todo empollón de instituto. Aunque siga sin ligar con una chica (¡incluso transformado en el arquetipo por el que suspiran miles de adolescentes!), el buen chaval sí ha conseguido convertirse en una de esas figuritas coleccionables, convertirse en uno de esos personajes de cómic que amontona en casa y que su madre siempre amenaza con tirar.

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