domingo, 27 de diciembre de 2009

BIENVENIDOS A ZOMBIELAND

Director: Ruben Fleischer
Intérpretes: Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone
Web: http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/zombieland_site/



Si antes de escribir un texto cualquiera sobre fútbol debemos rendir pleitesía a Eduardo Galeano, si en los previos de redactar una ridícula columna alrededor de la música del XX hay que entrometerse en Ian McDonald, en los preliminares de una reseña de “Bienvenidos a Zombieland” es de justicia reconocer las múltiples estaciones “zombie” que el director Ruben Fleischer ha recorrido para construir su universo cadavérico. Sin el inevitable George A. Romero (cómo no nombrar al humano que intuyó, mil novecientos sesenta y ocho entonces, el arquetipo vírico y nihilista de los terrores del veintiuno), sin la aportación postmoderna de “Zombies Party” de Edgar Wright o sin el conglomerado pop de Max Brooks en sus libros “Guía de supervivencia zombie” y “Guerra Mundial Zombie”, nadie hubiese parido una de las aventuras más gozosas de los últimos años: “Bienvenidos a Zombieland”.

La película-novela (tal y como entiende novela Fernando Savater en su estupendo ensayo “Misterio, emoción y riesgo”) de Fleischer se desarrolla acompañando a un héroe “nerd” de siglo XXI, un náufrago de casa “a-familiar”, un personaje de “Supersalidos” que descubre su misión, su destino en el apocalipsis zombie: crear unas reglas universales que nos eduquen, a nosotros espectadores, a ellos aventureros, en el noble arte de sobrevivir a los no-muertos. Honrando a unos diez minutos iniciales deslumbrantes, Fleischer mezcla “gore”, humor negro, comedia gamberra, patafísica e, incluso, metaparodia (ese Bill Murray en el fin del mundo). Además, otro de sus logros, la cinta doma a Woody Harrelson como complemento bárbaro del protagonista híperurbano. En la línea de tantos y tantos exploradores ficcionalizados (asuntos personales, enturbio a este tejano facha con el Michael Douglas de “Tras el corazón verde”), Harrelson interpreta a un capullo intemporal que, en una realidad plagada de “zombies”, forma una pareja inusual (y encantadora) con el chiquillo protagonista.

Divertida y atrevida, de culto y popular, sería un error inexcusable enfocar una crítica de “Bienvenidos a Zombieland” enterrándola como película cerrada y conclusa. No nos olvidemos que el largometraje fue producido como episodio piloto de una serie, un primer esbozo (quizás no de la brillantez de “El arca perdida” o “Parque jurásico”) de un planeta por re-colonizar: baldío, desesperado e inhóspito como “La carretera” de Cormac McCarthy; apasionante, adolescente e inocente como “Los Goonies” de Richard Donner. Los buenos yonquis cinematográficos pedimos, exigimos, rogamos una continuación.

1 comentario:

Daniel dijo...

Yo me apunto también Edu.
Feliz Año 2010, que lo pases muy bien.