martes, 3 de febrero de 2009

PENÉLOPE Y EL “RISITAS”

Penélope Cruz y el “Risitas”. Sándwiches y Champán. Yola Berrocal y Benicio Del Toro. Glamour y goteras. El “sarao” de los Goya es un microcosmos del panorama cinematográfico español; como en el “caldo primordial” de Oparin, de su mezcolanza podría emerger cualquier cosa. Una humana sale de las entrañas de un visón cuando Manuel Alexandre recorre la alfombra; “Déjame, mujer, que quiero sacar una foto a Franco”. Olivia Molina estira sus piernas y uno suspira, aunque ella ni lo note, tan acostumbrada a suspiros, a piropos, a “vivalamadrequeteparió”, gritan los fotógrafos a Penélope Cruz. Se nota que “Pe” y Benicio Del Toro son del asteroide Hollywood. Nada les altera: ni las cámaras, ni los fans, ni las millones de miradas que convergen en cada una de sus moléculas. ¿Qué ocurre con los actores que caducan? ¿Se transforman en árbol como “David el gnomo”? No. Asisten a los Goya: Silvia Tortosa, Xavier Elorriaga, Carmen Conesa... En equilibrio universal, Clara Lago, “El Langui”, Dafne Fernández o “nuestra” Nerea Camacho forman una “troupe” de chiquillos crecidos al cobijo del “facebook”, el “twitter” y la “Playstation”.

La sala de prensa destila un ambiente irreal: únicamente comparecen los ganadores. Uno se imagina los jetos de Nacho Vigalondo o de Jose Luis Cuerda. Este año, sí es cierto, tuvimos la increíble ocasión de ver el careto de Verónica Echegui. Mientras Jesús Franco (grande, grande) dedicaba su galardón a esos cineastas que pasean sus cortos sin futuro, el realizador de la gala pinchó a la imagen de “La Juani” siendo consolada por su amigo.

Al final, se hunden la notable “Sólo quiero caminar”, la insípida “Los girasoles ciegos” y permanece la esplendida “Camino”. Cachondeo entre los periodistas con Benicio del Toro y su “peaso” anillo. Mar Saura viene de otro planeta, doy fe. Nerea Camacho no se cansa de nombrarnos a Asturias. En la zona de la fiesta posterior, desfila la barra libre y la comida y mucha gente de muchos colores. Mientras los invitados “cool” secuestran a los camareros, Ariadna Gil conversa despreocupada y no puedo, no puedo, parar de fijarme en Massiel.

3 comentarios:

Señor Insustancial dijo...

Grande tío, muy grande...

Un abrazo

Daniel dijo...

La gala de los Goyas fiel reflejo de la situación del cine español, muy triste. Saludos.

Anónimo dijo...

Sr. Insustancial,
Que usted y su talentazo califiquen un artículo mío de "grande", me deja mudo. abrazos

Daniel,
Como siempre, es un placer y un honor que te detengas a leer este blog. Salud.