domingo, 27 de marzo de 2011

POTICHE

Director: François Ozon
Intérpretes: Catherine Deneuve, Gerard Depardieu, Fabrice Luchini
Web: http://www.potichelefilm.fr/



En la última época, el director francés François Ozon vive bastante atareado. A lo largo de estos dos años ha estrenado ¡tres! películas afortunadísimas, no sólo por el riesgo que acarrean, al mutar con descaro discursos y géneros, sino porque el terceto parece haber salido victorioso de semejante (y peligroso) ajetreo. Hablamos de “Angel” (2007), drama victoriano “á la british”, “Ricky” (2009), notable fábula sobre un bebé alado, y “Mi refugio” (2009), respuesta sombría a la anterior. Uno no puede más que asociar a Ozon (esta afirmación no trata de emparejarlos por su sexualidad, o sí) a una querencia similar, la de Todd Haynes, director norteamericano obsesionado por transitar formalidades y narrativas cruzadas (el biopic musical con “I’m not there”o el experimento “sirkiano” con “Lejos del cielo”) en una búsqueda creativa que engrandece su cine.

“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”, avisaba Alain Delon a Burt Lancaster en “El gatopardo”. Ésa es la filosofía que planea alrededor del nuevo largometraje de Ozon, “Potiche”, extraña y familiar (casi) a partes iguales al resto de sus películas. Basada en una obra teatral de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy, se refieren los autores con el título a una vasija de porcelana que se utiliza como elemento decorativo, un contenedor vacío y bello a un tiempo. Eso es Suzanne Pujol (Catherine Deneuve), la esposa-florero de un empresario de éxito (Fabrice Luchini). Cuando en la fábrica de su marido, los trabajadores se ponen en huelga, ella toma las riendas y se enfrenta al día a día con triunfos inesperados. Ambientada en los 70, el cineasta galo trata de tirar una intersección entre las “sex comedies” (esos filmes de equívocos amorosos protagonizados por Doris Day y Rock Hudson), las “trash comedies” de John Waters y la comedia francesa comercial de Francis Veber (“El juego de los idiotas”, “Salir del armario”). Apoyado en su “queen” Catherine Deneuve y en un automático Depardieu, la cinta se afianza en algunos de los valores de Ozon: su sólida creencia (también almodovariana) en una “mujer fuerte, salvadora y asexual” (un arquetipo más contradictorio de lo que “Potiche” lo pinta; no olviden a Thacher, Pallin o Imelda Marcos); su fascinación de Ozon por lo “kitsch” y el musical (una escena de baile entre Depardieu y la diva lo prueba); y su aceptable agilidad en unos amables planteamientos cómicos. Cierto que sus hallazgos son desiguales (ese burdo recurso de la pantalla que cambia de tamaño desvirtúa otros artificios visuales o algún deje a su anterior y negativa “8 mujeres”), pero permanece la sensación de que “Potiche” se une a la lista de proyectos que salen adelante con un mérito añadido: la sana afición de los verdaderos autores a no acomodarse, a meterse en líos, incluso en aquellos que implican a uno de los iconos del cine francés descubriendo la ¿bucólica? cópula de dos conejos.

No hay comentarios: