martes, 12 de julio de 2011

BAD TEACHER

Director: Jake Kasdan
Intérpretes: Cameron Díaz, Justin Timberlake, Lucy Punch
Web: http://www.sites.sonypicturesreleasing.es/sites/bad_teacher/



En una de las escenas de “Bad teacher”, Cameron Díaz utiliza el visionado de la película “Mentes peligrosas” (la locura de John N. Smith con Michelle Pfeiffer de educadora cachas) como excusa para no impartir su clase y dejar la educación de los chavales en manos de quien se lo ha ganado: los “mass media”. Aquel estereotipo de la Pfeiffer, un mujer blanca, fuerte en el “ghetto” negro, capaz de enderezar la vida de sus alumnos, se torna en el modelo artificioso de una pija del Medio Oeste, interesada en ganar dinero a costa de sus pupilos e invertirlo en unas tetas nuevas. En esa(s) excusa(s) enorme(s) y siliconada(s) con la que una “material girl” se convierte por azar en una profesional de la docencia, reside la principal baza del filme de Jake Kasdan. Después de las notables “Zero effect” y “Dewey Cox”, el director vuelve a utilizar el re-montaje de un arquetipo como instrumento para la comedia, al trasladar la “rock & roll” actitud de John Belushi (y sucedáneos) a un cuerpo femenino que, eso sí, no toleraría la gordura del “Blues brother”. Este personaje “punk” de la actriz principal funciona cuando es en contraposición al mundo políticamente correcto que le rodea, y que aquí se revela, a ratos, con una estupenda sutileza y, en otros, con becerrismo máximo en la piel de esa maestra psicótica (Lucy Punch, un descubrimiento cómico reseñable), o ese director delfín-fílico interpretado por el gran John Michael Higgins.

Despues de un prólogo prometedor (un estupendo “flashforward” que muestra la caída en desgracia de Díaz), la película parece asegurar mayores bestialidades (ya nos tenía acostumbrados la actriz con sus aventuras de los Farrelly), pero el total flaquea al levantar Kasdan el pie del acelerador y termina atrancándose como el simiente estampado en la pernera de Justin Timberlake. Guardando mínimo respeto a su primer tercio, el microcosmos del “highschool” miserable de “Bad Teacher”, y que tan bien han entendido últimamente Bobcat Goldwaith y su “World’s Greatest Dad” o la serie “Community”, se desinfla con una serie de argumentos convencionales que acaban demostrando que la comedia romántica, cual sarpullido, consigue emerger en cualquier parte.

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