lunes, 18 de enero de 2010

POR UN MADRID SIN “PLAYBACK”


"Muse" en la RAI.

“Youtube” guarda una de las transgresiones más importantes de la última década. En una intervención en el programa italiano “Quelli che aspettano” (RAI), al grupo de rock alternativo “Muse” se le pidió algo a lo que no estaban acostumbrados: una actuación en “playback”. Y lo hicieron. Pero como sólo necesitaban contonear sus cuerpos al ritmo de su canción “Uprising”, los componentes de la banda intercambiaron sus puestos. El guitarrista y cantante, Matthew Bellamy, se colocó a la batería y el batería, James Howard, saltó al frente del escenario. Eso queremos del Real Madrid: que vaya al Reyno de Mordor y no suene como el Osasuna quiera que suene, que vaya a San Mamés y no suene como el Athletic quiera que suene.

De todos modos, permitimos ciertas concesiones. Aun no jugamos al nivel del Barça (especialmente contra los suplentes del Sevilla) y nos vemos obligados a asumir nuestras propias carencias de la misma manera que Luis Aguilé aceptaba las suyas. Supongo que por falta de presupuesto, el cantante argentino utilizaba en sus últimos conciertos una caja de ritmos en lugar de una banda. Luis se valía de unos instrumentos enlatados, esperando que el público se abstrajese lo suficiente, y el equipo de Pellegrini se la juega sin un “killer” en el área, esperando que los madridistas nos abstraigamos en cada ocasión fallada. No nos engañemos, al contrario que el imposible instante en el que los apóstoles arrancaron a hablar en lenguas extrañas, la demostración de Iraioz no fue un “playback” divino. Fue la consecuencia de un defecto manifiesto del Real Madrid. Si cuando pensamos en Manolo Escobar nos lo imaginamos agitándose con Loreto Valverde y moviendo la boca con su “jitazo” “Goles son amores”, cuando pensamos en el club blanco no deberíamos visualizar a un equipo de pelea, pelea y pelea. Ese es el Athletic, ese es el pequeño Caparrós, voceras en la banda; ese es el Osasuna, ese es Camacho, “rojillo” hasta en los mofletes.

La pregunta. ¿En Pellegrini, un entrenador “fan” de lo fácil, “fan” del “playback” (el chileno podría mimetizar a Bertin Osborne en soso), se encuentra la solución? A él le exigimos directos rabiosos, “punk”, encabronados y ¡¡muera el puñetero “playback”!! (O al menos, si no le queda otra, que comprenda la situación y cambie al batería por el delantero y al defensa por el cantante).


Luis Aguilé y su caja de ritmos (la banda es de pega, quietos)

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