lunes, 31 de mayo de 2010

THE CRAZIES

Director: Breck Eisner
Intérpretes: Timothy Olyphant, Radha Mitchell, Joe Anderson
Web:http://www.thecrazies.es/



Uno de los mejores intérpretes del terror venidero, ése que nos asaltaría en el siglo XXI y que se define por el miedo al contagio (a la cercanía del otro, del sucio desconocido; al derrumbe de la confianza en la asepsia higiénica del mundo), fue George A. Romero. No contento con explorar únicamente ese horror (ya lo había diseccionado en "La noche de los muertos vivientes"), utilizó su "The crazies" de 1973 como una doble pantalla al futuro, explorando además otro territorio común a nuestras paranoias postmodernas: las teorías conspirativas. Retomaba el cineasta su manifiesto político en el que, por acción humana (como buen norteamericano, por acción de un gobierno "alejado del pueblo"), el salvajismo reconquistaba la realidad capitalista, legal, "estructurada" con el objetivo de restaurar el verdadero “orden” armónico: el natural. Y sólo desde allí (en caminos arrasados, en casas perdidas en medio de la nada) se podría comenzar a adivinar una reconstrucción, un porvenir.

Con ese regreso al virus que aniquila el contrato social y que trastoca "La noche de los muertos vivientes" de serie "Z" a tratado filosófico, Romero vuelve también a una pequeña ciudad norteamericana en la que algunos de sus habitantes empiezan a comportarse de forma violenta. En paralelo, el ejercito, causante del caos por el derrame de un agente toxico en un lugar próximo, ejecuta un plan para eliminar a todos los infectados. Un material de "remake" perfecto que Breck Eisner se encarga de rodar en el estreno de igual título. El aumento de presupuesto, que desnaturalizaba similares revisitaciones ("Las colinas tienen ojos"), no chirría de la manera que se esperaba ya que la versión de 1973 no apoyaba su discurso en argumentos con caducidad, como los terrores “camp” o las algaradas setenteras, sino en motivaciones mucho más consistentes. Timothy Oliphant, un actor de registro limitado (las dobleces interpretativas, le ocurría en la serie "Daños y perjuicios", no le sientan bien), sí consigue aquí un retrato convincente, capaz de sostener el desarrollo al lado de la desaprovechada Radha Mitchell. Ellos sufren la degradación de un pueblo, que va de un clásico y estable "We'll meet again" de Johnny Cash, al sonido hospitalario de la maquinería militar. La irrupción del horror en la nada cotidiana (ese partido de beísbol que hemos vivido todos) se dirige, imparable, a la destrucción total. Frente a Romero, el guión de los habituales del género Wright & Kosar acentúa la incorporeidad de un ejercito (ahora sí nos ataca la contemporaneidad) que observa y, a lo lejos, en su atrofia emocional de “screens” y puntitos, bombardea. Probablemente, lo único que haga titubear al "remake" de Eisner sea que la potencia de su primera parte aplaque a un endeble segundo acto. Qué le vamos a hacer; de media, bien.

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