martes, 12 de abril de 2011

HAPPYTHANKYOUMOREPLEASE

Director: Josh Radnor
Intérpretes: Josh Radnor, Kate Mara, Malin Akerman
Web: http://www.avalonproductions.es/happy/



En una de las escenas de “happythankyoumoreplease”, debut en la dirección del actor Josh Radnor (“Cómo conocí a vuestra madre”), una pareja se abalanza hacia sí misma en celo desenfrenado y, a un tiempo, masculla su opinión sobre el último Woody Allen y su “workaholismo” y la calidad menguante de sus películas. No es gratuita esta referencia a la fuerza de la palabra durante el pre/post-sexo en la filmografía del cineasta neoyorquino. La cinta de Radnor analiza a diversos “manhattanitas” híperverbalizados cuyo nexo de unión es Sam Wexler (el propio Radnor), un escritor inmaduro que se encuentra de golpe dos obstáculos en su vida: un huérfano ¿perdido? al que acoge en su casa y una chica ¿perdida? (la guapísima Kate Mara) por la que se juega su independencia.

Quizá el armazón (varias historias independientes entrelazadas) o las intenciones previas del realizador/intérprete sean lo único que emparente “happythankyoumoreplease” a la obra de Woody Allen. Aún en sus proyectos más amables, el universo de parejas allenianas opta, en un alarde de valentía e inconsciencia, por revolcarse en sus contradicciones: la volubilidad del amor (“Hannah y sus hermanas”), la cotidianeidad burguesa y sus violencias (“Maridos y mujeres”), la soledad femenina (“Alice” o “La rosa púrpura de El Cairo”), o las vicisitudes de la infidelidad (las oscuras, en “Delitos y faltas”, o las livianas, en “Comedia sexual de una noche de verano”). En cambio, el metraje de Radnor se agota de tal manera en su pose “indie” que termina trasladándose a terrenos convencionales, muy alejados de las rocosidades allenianas.

No bastan sus licencias fabularias (por ejemplo, ese niño pintor) o sus redundancias musicales, la narrativa del filme repite, inclemente, los automatismos de las comedias románticas hollywoodienses pero, he aquí la novedad maloliente, persigue no parecer una de ellas. Por mucho que habiten “thankyoumoreplease” una chica guapa (y calva), una moza perfecta (y frágil) o una pareja molona (e insatisfecha), la conclusión es que el buenismo (incluso el formal) y el romanticismo “Cool-mopolitan” al manejar estos personajes, pueden hacerte ganar hasta el Premio del Público en el Festival de Sundance. Fascina, por buscarle una explicación psico/socio-lógica (y aprovechar el rato) a este lío, que una película colindante a las tonterías de Sandra Bullock o Hugh Grant sea galardonada en un certamen que, en la misma edición, premió a “Winter’s Bone” o “Animal’s Kingdom”. ¿Será que la mayor parte del público de los festivales “indie” no es tan “indie” como creemos?

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