lunes, 16 de marzo de 2009

¡MICKEYROURKEANO!

Mickey Rourke antes y después de jugar en San Mamés.

Entre el Real Madrid que entró a San Mamés y el que salió, hay la misma distancia que entre el Mickey Rourke patético que se dio de hostias en la Real (esa oscura y, por tanto, divertida ex-discoteca ovetense) y el tipo que el mes pasado estuvo a punto de ganar el Oscar. Recordemos un poco la historia de este actor norteamericano. En los ochenta, Rourke enlazó varias películas de desigual calidad pero esenciales para comprender aquellos tiempos en los que los hombres llevaban hombreras y Madonna tenía cejas: “Nueve semanas y media”, “La ley de la calle”, “Manhattan sur”… En cambio, llegaron los noventa y las drogas y la chifladura del boxeo y una peli con Denis Rodman & Van Damme y Mickey Rourke se acabó… hasta “El luchador” (2008), donde recuperó el reconocimiento del mundo del cine.

El Real Madrid es hoy un equipo “mickeyrourkeano” (según la RAE, “adj. Que sobrevive a sus propias cagadas”). En lugar del “chorreo” que imaginaba nuestro presidente, ese señor mofletudo igualico al Norm de “Cheers”, el Liverpool nos dejó como Amy Winehouse recién salida de la clínica. Fíjense; los días posteriores a Anfield fueron similares a todas las eliminaciones madridistas: una turba de blaugranas pidiendo un ERE en el Bernabeu. ¡Hay que echar a los recogepelotas!

Aullaba Bob Dylan en “Like a rolling stone”, que “cuando no tienes nada,/ no tienes nada que perder./ Eres invencible”. Eso hicieron los blancos el sábado mientras los leones descubrían, de repente, que agredir a un contrario te regala una tarjeta roja. Pues sí, amigos, así lo dice la regla XII desde que el fútbol es fútbol. Aunque poca relación hay entre eso y un partido muy serio de los de Ramos: uno espera que Huntelaar sea una de las soluciones de esta temporada, que Casillas no se equivoque de nuevo y que Robben la pase a un compañero de una puñetera vez. Evidentemente, esta liga (muy, muy mediocre) es un asunto entre dos contendientes: nosotros y ellos. En “El luchador”, a Randy “The ram” Robinson (Mickey Rourke) le dan por muerto si se atreve a disputar su última pelea contra el “Ayatolá”. Randy toma aire, mira al “ring” y camina hacia él. Ojalá el Real Madrid siga sus pasos.

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