lunes, 1 de noviembre de 2010

MARCELO YA NO ES UN MIERDAS

Marcelo, ese hombre

Este domingo las portadas de los periódicos madridistas (ésos que hay que leer, no los cómics de los de enfrente) amanecieron repletas de fotos de nuestro poligonero favorito: que si va a alcanzar a Hugo Sánchez, que si podría haber repetido “hat-trick” (el fallo en su última oportunidad fue monumental)... Y, en parte, llevan razón. No le debemos quitar a él ni a Mou su gran porción de responsabilidad en la victoria del sábado y se lo pagamos de la forma que más les pone a estos portugueses: con fotos de su careto (pensativo, en el caso del míster; y sonriente, en el caso de CR7). Tranquilos, madridistas, dentro de nuestro equipo hay, al menos, dos hombres a los que jamás Arturo Pérez-Reverte podrá llamar “mierdas”.

El caso de Marcelo es bien distinto. Nosotros lo teníamos claro: hace un año le bautizamos como el nuevo Terminator, el M.A.R.C.E.L.O. (Mechanical Armoured Robot Capable of Eliminating Lots of Objects), pero no estábamos tan seguros de que el novelista más macho del panorama ¡español! compartiese nuestra opinión.

Probablemente, para él, el brasileño era todavía aquel fiestero, un mierdas, que no conseguía que ningún entrenador le comprendiese y que, ¡menudo blando, Arturo!, uno se imaginaba llorando en la soledad del vestuario como un concursante cualquiera de Gran Hermano. Regresemos al pasado: Juande Ramos y Pellegrini, ese dúo que repartía diversión en las ruedas de prensa, decidieron que Marcelo era extremo izquierda. A pesar de que en el Fluminense su carrera se había centrado en el carril lateral de la defensa, en España nos obsesionamos (por las limitaciones de nuestra plantilla, no nos engañemos) con reinventarle a imagen y semejanza de Roberto Carlos.

Lo maravilloso es que, por obra y gracia del esfuerzo titánico del carioca, Marcelo se ha (re)convertido en uno de los referentes del ataque del Real Madrid. La jugada previa al segundo gol del Madrid en Alicante da una pincelada del extraordinario futbolista que se nos puede venir encima. Con una internada impresionante (¿cuántos de ustedes exclamaron “¡Redondo!”?), el chaval (¡calza 22 añitos!) reivindicó un lugar en el “hall of fame” del equipo. Sólo falta que se mantenga y que, si le cae una lágrima en la celebración de alguno de los títulos que ganará el Real Madrid este año, no le pille Pérez-Reverte.

2 comentarios:

Pipochet dijo...

Vaya,vaya,parece que el Alcazar Progre se hunde pero no se rinde,el Galactico de Legio VII Gemina ha encontrado el revulsivo para ganar la tercera,el viejo General Fredy y sus intrépidas legiones gafapasta dispuestas a detener el fascismo una vez más,el viento divino ofrendando su limpia alma para combatir la bajeza moral de los trolls revertedragonianos.No pasarán,pagarán cara su ofensa a nuestra Shout Country Girl,la Mayor Houlihan de Benidorm,a les raposuques tokinesas,y al Tierno Curro,émulo del moromierda Boabdil cuyas lágrimas nunca podrán entender estas bestias tabernarias pestilentes de varón dandy.La Red División Planetaria tiene una misión que cumplir,detener al Tea Party carpetovetonico que al grito de ¡todos somos Reverte!quiere robarle la tierra al padre viento y convertir feministas a golpe de cipote.Nos vemos en las trincheras,yo ando por la segunda a la derecha,1ª división de francotiradores,a ver si intercambiamos unos "pitos" entre tiro y tiro,tan Berlanguiano y bueno,como Revertiano y rutiador.Tranqui Edu,siempre os quedará Santoña.
Con cariño,tu amigo el facha.

Edu Galán dijo...

Sabes que no sois ni el Tea Party, más bien, sois el Tintorro Party jajajaja

Un abrazo fuerte,