Director: Roland Emmerich
Intérpretes: Steven Strait, Camilla Belle, Cliff Curtis
Web: http://wwws.warnerbros.es/10000bc
Condicionados por el turgente recuerdo de las formas de Raquel Welch en “Hace un millón de años”, la entrada al cine para ver “10.000” se hace menos cuesta arriba. ¿Podría ser de otra forma? En el trailer, como único reclamo de la producción megasúperextragrande de Roland Emmerich, aparece la majísima Camilla Belle. Vale, lo que esperábamos era una aventura kitsch, novelesca (aquí la Historia importa bien poco) e inexcusablemente entretenida. Y la cosa, en principio, poseía la fórmula: chica lozana deambulando por un rollete de peripecias de alto presupuesto. Perfecto, diría cualquiera.
Pues no. En el nuevo estreno de Emmerich no funciona nada (y van…). Su arranque infantil, con la habitual milonga de un “pipiolo destinado a salvar a su pueblo por una anciana fea y casi ciega”, comienza a cansar. Después, la absurda carrera de juventud con mamuts digitales produce bostezos inacabables. Finalmente, el rescate de la salada protagonista de “una malvada tribu de rabudos que construyen pirámides más grandes que el palacio de Calatrava”, huele a un plagio malo de la espléndida “Apocalypto”. Porque no existen las motivaciones verosímiles (antes de dar el garrotazo a las mancebas, ¿el amor era lo importante para los mozos prehistóricos?); porque nunca se teje una narración coherente (¿no creen que el montaje se hizo con un programa aleatorio?); porque el atrezzo y las circunstancias son de vergüenza ajena (¿unos trogloditas de sonrisa “profiden” que hablan “inglish”?), podemos nominar ¡un año antes! a “10.000” como candidata a los premios “Razzie” en la categoría de peor película del año. Faltaría, a la búsqueda de algo positivo entre tanto despropósito, felicitar a Emmerich por el que parece su único talento: el casting de chavales y chavalas guapas. Aunque, pensándolo bien, eso también lo hacen en “Míster y Miss España”.
1 comentario:
No se si me mataras por esto, pero tenía que hacerlo ¡Feliz cumpleaños! Aunque me hayas dejado tirada para ir al estreno... Por cierto, ¿no había dentistas hace 10000 años? No lo sabía, igual Emmerich tampoco.
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