Director: James Wong
Intérpretes: Justin Chatwin, Jamie Chung, James Masters
Web: http://dbthemovie.com/
Todos tenemos nuestras aficiones. Yo paso el tiempo coleccionando “deuvedés” de adaptaciones bizarras de personajes animados. Respétenme, por favor. Y me importa poco que estas versiones provengan del cómic, de una serie, de un videojuego o, incluso, de un anuncio. Si son cutres, me valen. ¿Es lamentable este hobby? No sé. Es mío y punto; ¿algún problema? En mi estantería habita "Super Mario Bros." (con Bob Hoskins, ¡vestido de rojo!) entre "Captain America" de Albert Pyun y "Los cuatro fantásticos" de Roger Corman (admiren el tráiler en youtube). ¡Ah!, y si se deciden, allí también se encontrarán títulos imprescindibles como "Double Dragon" ("with" Mark Dacascos), "Las aventuras de Zipi y Zape" (aportación patria) y, por supuesto, "Street Fighter", póstuma (y horrible) película del gran Raúl Julia.
Porque, amigos, esta filia arqueológica, personal e intransferible es la única forma saludable de justificar el visionado de "Dragonball Evolution". Entiéndanme, payos. La transducción en imágenes de la serie de Akira Toryama (con sus peleas, con sus protagonistas extraños, con sus "tempos" de manga) se presenta imposible desde la perspectiva de un filme adolescente. James Wong (acostumbrado a dirigir pastiches asiáticoamericanos) no puede (sus limitaciones como realizador, especialmente de superproducciones, resultan evidentes), no quiere (su público no lo admitiría) y tampoco le dejan (no están los estudios muy aventureros últimamente). De semejante preñez diabólica sólo consigue emerger una criatura tan absurda como el Lord Piccolo cinematográfico: una especie de conglomerado verde, gritón y, admitámoslo, bastante idiota. No lo duden: me compraré la edición especial en DVD.
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