lunes, 20 de abril de 2009

M.A.R.C.E.L.O.

"M.A.R.C.E.L.O." a la caza del Barça

El nuevo Marcelo resume perfectamente al Real Madrid de Juande Ramos. Un lateral derecho que formatea su posición y se reconvierte en extremo con tal de atrapar al Barcelona. Si el brasileño saliese en una película del estilo de “Terminator”, interpretaría al cyborg (“M.A.R.C.E.L.O”: “Mechanical Armoured Robot Capable of Eliminating Lots of Objects”) que es enviado desde el futuro con el objetivo de aniquilar a la protagonista por lo civil o lo criminal. Fíjense; incluso un carioca bailongo se transforma, en manos de un Juande asfixiado, en un robot cargado de tutoriales de “Caza al culé v. 2.0”. A nuestro Madrid poco le importa dónde juegues (sólo Casillas se salvaría) si eres capaz de aportar al equipo los bytes necesarios para ganar de cualquier manera.

Otro cazador postmoderno, el agente Smith, replicaba con voz metálica a Neo en “Matrix Revolutions”: “¿Por qué, Señor Anderson? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué levantarse? ¿Por qué seguir luchando?”. Eso preguntan los culés a los desdichados madridistas con los que se encuentran. El Real Madrid, este Real Madrid de Gagos, Higuaínes y Pepes, contesta lo mismo que Neo: “Porque escogí hacerlo”. Juande Ramos ha construido un ejército de robots intercambiables que, al mejor estilo de los Transformers, adapta su forma a un estilo táctico predeterminado. Robben, artista entre trabajadores, se ha reiniciado a sí mismo tantas veces que no distingue en qué lugar jugar y cuándo soltar el balón. Pero ésas son las consecuencias de vivir en un equipo que te exige (ya le pasó a Bender en un capítulo de “Futurama”) que borres tus conocimientos previos con tal de arramplar tres puntos.

Eso sí, no me acepten desmanes de unos señores que ficharon a Bobby Robson, a Mourinho o a “Fan Jal” y que ahora se creen “Cybertronics”, la compañía inventora de los humanoides perfectos de “Inteligencia Artificial”. Los blancos actuales habitan en un mundo en ruinas, derruido por gestiones desastrosas. Que varios de ellos se rebelen a su propio funeral, como los replicantes de "Blade Runner", como los robots de “Yo, robot”, es una celebración del fútbol y la solitaria alegría una liga mediocre. Los que hoy piensan que somos R2D2, deberían tener más cuidado: ¿quién sabe si mañana observaremos la liga con el monóculo rojo, tiránico, de HAL 9000?

1 comentario:

Daniel dijo...

Lo de Pepe que violencia mas irracional y que poco castigado. Me recuerda a los ultras del futbol.