lunes, 1 de marzo de 2010

MOVIDÓN EN TENERIFE


El Madrid y los Butabi, vidas paralelas.

Podréis quitarnos nuestros móviles y podréis quitarnos nuestras llaves, pero no podréis quitarnos nuestros sueños” (Steve Butabi en “Movida en el Roxbury”). Los madridistas cada vez nos parecemos más a los hermanos Butabi. Noche tras noche, estos dos majaderos incansables (Will Ferrell y Chris Kattan) salen en busca de discotecas y mozas con ilusión insana, con adicción al fracaso. El sábado me sentí parte de la familia Butabi cuando marcó Valdo. Puse “What is love” de Haddaway y comencé a menear el cabezón: éramos casi líderes, “I have a dream”, Martin Luther, ¡se acaba la dominación oscura azulgrana!, grité agitando mi réplica del diente de Raphael en señal de victoria. Alegría comprimida en tres minutos, como una buena canción, como un buen sueño.

Puñetero Xavi… El problema de sublimar la energía es que se va a sitios insospechados. Lo lógico hubiese sido que los madridistas no pensásemos en el Barça. Lo lógico hubiese sido que estuviésemos acojonados: ¡viajábamos a nuestra “Shutter Island”! Pues nada. Aunque, la verdad, yo ya sabía que nuestras obsesiones habitarían en el Nou Camp. Me lo habían revelado esas extraordinarias declaraciones de ese extraordinario futbolista que ha jugado en extraordinarios clubes. ¿Maradona? No. Pier.


Alternativamente, a lo largo del día, Pier ve este gol y se lava las manos

El bueno de Luigi Querubino dijo esta semana: “veo casi todos los días el gol que le metí a Buyo”. Ha regresado el dadaísmo. Me imagino a Pier como Bill Murray en “Atrapado en el tiempo”, levantándose y, en lugar de escuchar el “I got you” de Sonny & Cher, apretando el botón del mando y viendo el jerol pétreo de Buyo una y otra vez. ¿Que estalla la guerra en Zimbawe? ¡Toma gol a Buyo! ¿Que ha muerto el periquito? ¡Toma gol a Buyo! Lo dicho, hay que sublimar energía, amigos. Actitudes así sirven para probar varias cosas: que el último Howard Hughes no estaba tan loco y que la maldición de Tenerife, por pasada, por caduca, ¡porque es lo único que ve Querubino en la tele!, se ha disuelto como un terrón de azúcar en la baba de un zíngaro.

Después del gol de Messi, asumí la realidad. El Madrid está al lado de los Butabi, en una cola de discoteca eterna, a la espera de entrar en el fiestón de los de Guardiola. Proponían los hermanos una revolución: que la cola fuese la discoteca y que la discoteca fuese la cola. Lo complicado es que, de momento, eso no depende de nosotros. Depende del dueño de la discoteca, depende de los dueños de la liga.

2 comentarios:

Notario dijo...

Yo creo que con lo que todavía debe de soñar Pier es con la demanda que le puso el Sporting en los tribunales. Paga Pier, paga.

Edu Galán dijo...

jajajajaja... A mí es un personaje que siempre me ha fascinao: con su media barba, sus obsesiones y su voz ridícula...
Eso sí, lo de ver el gol de Buyo todos los días me deja con el ojete obturao!!!

Gracias por el comment, Notarioooo!!!