lunes, 16 de julio de 2007

FAST FOOD NATION

FAST FOOD NATION
Director: Richard Linklater
Intérpretes: Greg Kinnear, Catalina Sandino Moreno, Patricia Arquette
Web: http://www.mangafilms.es/fastfoodnation/

Desde el inicio, la carrera del director Richard Linklater viene marcada por su buscado eclecticismo. Sólo hace falta contrastar su díptico de debut sobre la generación X, “Slacker” y “Jóvenes desorientados”, con la clásica, superpopular y extraempalagosa “Antes del amanecer” o con las fallidas “Newton boys” y “Escuela de rock”. Otro tanto pasa con los filmes que ha realizado este año. El primero, aún no estrenado en el planeta Axturias, “A scanner darkly”, es una fantasía lisérgica que, en su maremagno de colgados animados, hace justicia al autor de la novela en la que está basada, Philip K. Dick, pero no demasiada a sí misma.
“Fast food nation” comparte el fondo de “A scanner darkly”. Un estado opresor que proporciona a sus habitantes droga, trabajo y, literalmente, comida de mierda. La visita de un ejecutivo (siempre estupendo y arriesgado Greg Kinnear) de una multinacional de comida rápida a su planta de producción, permite ir despejando incógnitas sobre una parte de la sociedad americana y sus circunstancias. Al final, los ilegales, los adolescentes, los ejecutivos… son accesorios. La esencia del filme de Linklater está en las relaciones materiales de sus personajes (la mejicana corta la carne que venden los adolescentes y que promociona el ejecutivo para que se la coman los hijos de la primera). Lo más débil de la propuesta del realizador norteamericano se encuentra en lo desigual del mosaico. Mientras que la historia de Kinnear consigue su objetivo, el resto, especialmente el epílogo “teenager”, tiene un punto artificioso e ingenuo que consigue desmerecer el resultado final.
Me quedo, sin dudarlo, con el enormísimo Kris Kristofferson (tras haber disfrutado “Réquiem por Billy El Niño”, esa pequeña joya). En su admirable monólogo se resume “Fast food nation”: “Esto no se trata de buenos contra malos. Se trata de la maquinaria que se ha apoderado de este país. Parece ciencia-ficción. La tierra, el ganado, los seres humanos… a esta maquinaria le importa una mierda. Centavos por kilo. Centavos por kilo. Es lo único que importa: ganar unos centavos más por cada kilo.”

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