lunes, 21 de enero de 2008

UN BLANCO RADIANTE

L KPA


La madre de Stallone, muy rabuda

“S os acbo l kpa. ¿Cmo s siente probar vuestra propia medicina?”. “Ala Madrid”. “¿Q l pasó a Bernardo?”. “Salud y feliz 3plete”. “N erais tn buenos, ¿eh?”… Estos pequeños enunciados, tan jubilosos y alegres, son unas ¡pocas! muestras de los SMS que brotaron en mi móvil tras la eliminación de Copa. Por supuesto, provienen de algunos humanos que, sudorosos en sus sofás, acongojados durante noventa minutos, respiraron relajados al pitar el árbitro el final del Real Madrid-Mallorca copero. Qué mal cuerpo, qué bilis verde, qué dedo rápido hay que tener para, justo en el momento en el que los jugadores enfilan el vestuario, dedicarse a enviar una epístola poética al derrotado madridista. Ni que uno hiciese lo mismo.

Bueno, lo confieso: uno hace lo mismo, pero con más clase. Es decir, cuando duele de verdad. En “¡Alto!... O mi madre dispara” (1992), culmen del arte occidental, Stallone interpreta al sargento Joe Bomowski, un durísimo policía de Los Ángeles. Pues bien, el zagal es capaz de enfrentarse a rateros peligrosos, atrapar a psicópatas asquerosos, encarcelar a sucios criminales… pero cuando aparece su madre, una ancianita de Nueva Jersey, el musculoso galansote se vuelve papilla. ¿Por qué? Su madre sabe presionar donde duele: “Eres un guarro, ¿no te da vergüenza?”, “Menuda camisa sin planchar. ¡Cómo sales así a la calle!” “¿Qué horas son éstas de llegar?”… Amigos, nadie como una madre para descubrir puntos débiles e imperceptibles para el resto de la población mundial.

Pues a eso voy, compañeros “SMSfílicos”, por muchos mensajes que mandéis, la eliminación de la Copa del Rey no es algo que duela. Incomoda, pica, molesta, roza… buscad el término que queráis, pero no duele. Ya, cierto que si eres aficionado de cualquier otro club la cosa empeora: no todo el mundo se llama Real Madrid. Al igual que ser Stallone permite realizar subproductos idiotas y que, en la siguiente película, nos lo sigamos creyendo como Rambo o Rocky; ser el Madrid permite no dar demasiada importancia a la Copa y que, mediada la liga, nos sigamos creyendo campeones. “¿Os a kdado claro?”.

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