lunes, 28 de enero de 2008

UN BLANCO RADIANTE

SE BUSCA SUPERVILLANO


Queremos a alguien tan rabudo como Lex Luthor

Señores y señoras, el final de Enero trae unas cuantas certezas. La primera y más obvia: tenemos poca pasta. Las Navidades, ese invento que permite convertir el dinero en comida y, posteriormente, en grasa corporal sobrante, ha dejado su marca incrustada en nuestras pieles. Segunda: llegan las elecciones. Toca escuchar las declaraciones cómicas de los políticos y sufrir sus supuestas indignaciones con el contrario. Menudo rollo. Tercera… vale, vale… ¿esto no es un artículo sobre el Real Madrid? Sí, lo sé, pero es que últimamente ya no tiene gracia hablar del club blanco. Fíjense qué tostón: siempre abruma al contrario, suele ganar tranquilamente, lleva los galones de un líder sólido, tiene los mejores jugadores de la liga, su presidente combina bien las corbatas, Mijatovic se ha mimetizado con el sonriente muñeco de Michelín, Raúl ha resurgido de sus cenizas, Van Nistelrooy marca hasta estornudando, Guti y Arancha De Benito no se pelean… Dios… ¿no ven mi sufrimiento? ¿No ven cómo padezco en silencio? Qué aburrido es todo, amigos. Necesitamos emoción. Necesitamos un buen meneo (por ejemplo, un amago del estilo del “Centenariazo”). Necesitamos algún escándalo en el club (un jugador díscolo estaría bien o, mejor aún, ¡un video porno de un suplente!). Necesitamos que Calderón se vuelva loco y se pinte el pelo de color rosa. Necesitamos que Sergio Ramos dude si marcharse del club. Pero, sobre todo, necesitamos un supervillano.

Eso, chavales, que surja de las tinieblas algún equipo malvado que nos plante cara. Un club maligno que, como el Joker hacía con Batman o Lex Luthor con Superman, ponga en aprietos al Real Madrid con sus diabólicos planes. Aunque, a estas alturas, reclamar esto resulta tan irreal como lo que pedí a los Reyes en 2002: a Angelina Jolie desenvuelta. Hagamos un “casting”. A los azulgranas no les salen ni los rondos, el Valencia se ha convertido en un ente fantasmagórico de la mano del jugador más importante en la historia culé, el Atlético de Madrid… bueno, no voy a seguir maltratando al personal. Por favor, equipos contrarios, entrenaros más. Poned canciones bizarras antes de salir al campo, como hace Francisco Chaparro en el Betis. Por caridad humana, ¡achantad de una vez al Real Madrid! Si no, me veo publicando esta columna en las páginas verdes del “¡HOLA!”.

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