HAIRSPRAY
Director: Adam Shankman
Intérpretes: John Travolta, Michelle Pfeiffer, Zac Ephron
Web: http://www.hairspraymovie.com/
Resulta increíble que algo de John Waters, aún siendo ese algo la película que abrió su etapa más comercial (lejos estaba ya su obra de "Pink flamingos", "Mondo Trasho" o "Cosa de hembras"), hoy sirva de base para un musical. Los tiempos están cambiando, que diría Edna Turnblad, la madre de la protagonista de "Hairspray". Y aunque el ínclito Travolta sea su gran baza publicitaria interpretando a la mismísima Edna (en la versión original también era un travestido gordo, Divine, el encargado del papel), el filme deja un regusto a musical bien hecho, interpretado y, por supuesto, excelentemente cantado. Frente propuestas de estética de fábrica y de trama artificiosa (sí, estoy hablando de "Dreamgirls" o de “Moulin Rouge”), surgen otras de tono fabulario (nadie pide realismo a una historia donde la gente canta de pronto), que embelesan al espectador por su falta de pretensiones, su historia más o menos estándar y, sobre todo, por su clasicismo bien entendido en la dirección, el baile y las canciones. Sí, estoy hablando de "Beyond the sea" y del estreno de ayer.
A pesar de que posteriormente se aproveche, con toda la candidez idiota del mundo, de temas políticamente correctos como la segregación racial o la victoria de los feos sobre los guapos, "Hairspray" comienza con su mayor transgresión. Nuestra protagonista, una gordita encantadora, canta las alabanzas de Baltimore. Pero Baltimore no es la Quinta Avenida de "Un día en Nueva York". Por ahí pasan el exhibicionista, las ratas, el borracho, el autobús/coche de basura... en sus calles cochambrosas únicamente puede germinar un sueño: aparecer en el televisivo “The Corny Collins show”. La lucha de esta adolescente obesa (por supuesto, de victoria final cantada) maneja la cinta a través diversos géneros musicales muy agradecidos y perfectamente comprendidos por Adam Shankman. Desde el "doo-wop" hasta el "soul", desde el "rockabilly" hasta el "mashed potatoes", los teenagers demuestran lo que era bailar en los sesenta. Pies aquí, gesto allí... incluso la gordísima Travolta se ve obligada a salir a la calle a escuchar el ritmo. Al final, y aunque en su último tercio se enquiste en lo previsible, "Hairspray" deja el mismo aroma que los buenos musicales: el de ser una película de escenas. Travolta & Pfeiffer (lo mejor de “Grease” contra lo mejor de “Grease 2”), Walken & Pfeiffer, Queen Latifah, Nikki Blonsky & Ellijah Kelly… marcan el compás de un trabajo que, por su contención y por su presupuesto, el John Waters de 1988 nunca podría haber imaginado.
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