lunes, 3 de septiembre de 2007

UN BLANCO RADIANTE

¿ES UN "REMAKE"?

Ahora que se ha acabado el plazo de fichajes, ya podemos valorar la nueva plantilla del Real Madrid. Como ocurrió la temporada pasada, en ésta tampoco se cumplieron las expectativas del presidente y del director deportivo del club (¿no se cansarán de equivocarse?). Ni Kaká, ni Alves, ni... todos los fichajes de relumbrón que prometían se fueron al garete. Qué raro...
De todos modos, necesitamos plantearnos una cuestión básica y esencial: ¿el equipo de Schuster es un «remake» del equipo de Capello? En cine, hablamos de «remake» cuando se vuelve a realizar una película a partir de otra más antigua. Hay muchísimos ejemplos, que ordenaremos según la fidelidad al filme primigenio: algunos son «remakes» casi literales, como pasa con «Psicosis», de Gus van Sant, calco del original hithcockiano, y otros reescriben el largometraje en el que se basan; una muestra sería «Doce monos», de Terry Gilliam, hijo de «La Jetée» de Chris Marker.
Para saber si no jugamos con una fotocopia del equipo de Capello debemos tener en cuenta los nuevos nombres. Pepe, Saviola, Sjneider, Robben,... todos ellos no dejan de ser, con mayor o menor calidad, intercambios de cromos con los futbolistas que se han ido. Cierto que Saviola aporta velocidad y fuerza de cara al gol o que Sjneider remonta las dudas que teníamos con Emerson, todavía más tras haber visto el partido contra «los del río» de la semana pasada. Pero también se puede certificar que la marcha de Beckham nos deja con un Robinho dubitativo (sí, el mismo que jugó la Copa de América) y la falta de Helguera en el centro llena de responsabilidad a Pepe, un chaval que todavía necesita controlar sus impulsos al corte.
Por eso, lo que realmente nos aleja del pasado llega con el entrenador. Movilidad en los laterales, un doble pivote mucho más combativo (repito, Sjneider debe convertirse en la referencia de inicio de ataque), un centro del campo, salvo por Van Nistelrooy, intercambiable por puestos de delantera... no parece que la propuesta de nuestro nuevo míster sea un «remake» de aquel equipo inmóvil pero tremendamente efectivo del entrenador italiano.
Así, aunque el equipo de Schuster deba añadir en sus títulos de crédito un «basado en Capello», la ideología futbolística del alemán poco tiene que ver con la del italiano. Falta, únicamente, comprobar si ambas dan los mismos resultados.

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