domingo, 24 de febrero de 2008

LUZ SILENCIOSA

Director: Carlos Reygadas
Intérpretes: Elizabeth Fehr, Jacobo Klassen, Cornelio Wall



La luz silenciosa de Carlos Reygadas, premio del Jurado en Cannes, escarba su camino a través de la oscuridad y dibuja un pueblo menonita al norte de Méjico. En esta comunidad protestante, regida por unos preceptos religiosos enlazados con los de "amish" norteamericanos, muy poco ha cambiado desde su aparición en Suiza durante el siglo XVI. Lo único que altera ese mundo inmutable es la relación extramarital de Johan, un granjero atormentado por la culpa.

El nuevo proyecto de Reygadas presenta a un creador con una visión artística; por tanto, a una obra sujeta a polémicas y controversias. Su forma de mirar el mundo, naturalista y sosegada, le emparenta (quizá forzadamente) con Dreyer, Erice y Malick y demuestra una confianza ontológica en su decir cinematográfico. Pero la gran barrera que separa su discurso del exterior emerge con su afición a un autismo artístico que rompe lazos con la narración. Por eso, cuando el mejicano muestra las (humanas) cicatrices, su sermón protestante refulge emoción: un padre culpable que escucha a su hijo culpable, dos manos amantes separándose con Brel, unos niños rubios desembarazándose del jabón en la charca o la tragedia tras el cristal, apoyada en un hombro. Por el contrario, cuando Reygadas asume el papel de repelente "auteur", su luz naturalista se vuelve opaca, inmersa en un artificio fluorescente que molesta y aburre. Eso que se tendría que sugerir, el autor lo impone y nos deja con la sensación de haber inflado innecesariamente su relato, con la certeza también de que, tras acciones tan espaciadas, tras redundantes planos fijos, podemos encontrar talento.

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