domingo, 17 de febrero de 2008

SWEENEY TODD

Director: Tim Burton
Intérpretes: Johnny Depp, Helena Bonham-Carter, Alan Rickman
Web: http://wwws.warnerbros.es/sweeneytodd



La sangre de sirope digital, cocinada en la factoría Hammer, abre el nuevo proyecto de Tim Burton: una adaptación del musical “Sweeney Todd”. El director californiano cuenta la historia de Benjamin Barker, humilde barbero desterrado por un malvado juez para robarle a su familia. Años después, regresará mientras la venganza le transmuta en el cadavérico Sweeney Todd. Probablemente, sólo se nos ocurren Rob Marshall o Baz Luhrmann, nadie podría haber atacado un libreto tan especial. Y cierto es que, por oficio, Burton lo consigue a ratos: a la vez que el barbero atraviesa la calle gritando su revolución a estatuas culpables, durante un duelo de cuchillas y canciones o cuando la silenciosa enamorada (repelente Bonham-Carter) imagina vidas que nunca serán.

Aunque si los ponemos en balanza, esos momentos suman un mínimo metraje. Lo malo del Tim Burton actual es que tiene en sí mismo a su mayor enemigo. Arrastrar sin demasiada comprensión una obra ajena hacia su imaginario, ahora industrial y automatizado, convierte lo que podría ser un musical arriesgado en un inventario de recursos estéticos y narrativos repetidísimos en su filmografía. Rostros pálidos y góticos, niños cándidos y angelicales, ciudades oscuras y animadas, personajes deformes y misteriosos… vayan colocando estos ingredientes aleatoriamente sobre un guión goloso y verán cómo les sale una cinta "á la Burton".

Más que con la bata engalanada de fracasos de un creador (eso que fue, indudablemente, en obras maestras como "Ed Wood" o “Eduardo Manostijeras”), ahora Burton se viste con el traje impoluto de un replicador, estancado en la monotonía y la autorreferencia (ahí lleva desde “El planeta de los simios”). Tampoco caigamos en el tremendismo: esto también le pasó a Woody Allen, a Polanski y a muchos otros. Faltaría la rotundidad de un "Match Point" o un "El pianista", para demostrar definitivamente que Tim Burton ha cambiado de rumbo.

No hay comentarios: