lunes, 18 de mayo de 2009
POCOMADRID
En estos momentos el Real Madrid se encuentra perdido en un universo blanco, similar al que ocupan Elly, Pato o Pocoyó durante sus divertidas aventuras en la serie animada “Pocoyó”. Es la situación actual del club un lugar incoloro en el que se distinguen figuras pero no hay fondo; una especie de infierno aséptico sobre el que resaltan unos personajes (Juande “Pajaroto”, Boluda “Elly”, Raúl “Pocoyó”, Casillas “Loula”) huérfanos de perspectiva, de pasado y de horizontes.
La primera en sufrir esta desorientación espacial es la plantilla. Ayer se emitieron las imágenes del banquillo del Madrid en Villarreal. Los amigos Royston Ricky Drenthe y Julien Faubert confirmaron con su actitud infantil el estatus del resto de los jugadores: una mezcla entre pasotismo y espera. Al sufrir ese documento audiovisual uno deslizó su vergüenza hacia la esperanza terapéutica. Si “freaks” así llegaron al Real Madrid, ¡estoy a tiempo de cumplir mi sueño de jugar en el equipo blanco!
Aunque las cosas no son tan fáciles. Con ese subidón de moflete que padece todo aquel que no está acostumbrado a ganar, Laporta ya comienza a dinamitar: “creo que el Real Madrid va a remolque”. Menudo diagnóstico, ¡premio Nobel para el intelectual catalán! Obviamente, Joan, vamos a remolque; Florentino tendrá que lidiar una situación complicada. En mi opinión, no hablamos de los trescientos millones de euros que nuestro tío Gilito favorito dice que necesita la entidad. Se trata más de saber a quién fichar: recuerden al (todavía) director deportivo del club, Mijatovic, y el dineral malgastado en contrataciones bizarras.
Antes de su lanzamiento, los creadores de “Pocoyó” albergaban serias dudas sobre si los niños serían capaces de entender una serie sin fondos. Incluso los repetitivos escenarios de “Los Picapiedra” (un bucle por donde corrían Pedro y Pablo), ofrecían alguna referencia a los chiquillos. Ese riesgo en apostar por elementos nuevos e innovar es lo que le pedimos a Florentino. Ojalá haya aprendido a combinar fichajes desconocidos (espero, ahí participarán activamente Valdano & Zidane) con futbolistas contrastados (no comparto esa obsesión con Kaká). Ojalá se decidan por un entrenador que nos saque de este limbo blanco (no Mourinho) y consiga reconstruir los escenarios habituales del Real Madrid: victorias, campeonatos, goles.
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