Director: Tom Fernández
Intérpretes: Javier Cámara, Gonzalo De Castro, Malena Alterio
Web: www.latorredesuso.es
Como “El crepúsculo de los dioses”, la primera película de Tom Fernández comienza con la voz de un muerto. Pero no entierran al desaparecido Suso las piscinas lujosas. Son las manos de sus amigos las que esparcen su ceniza de sobredosis por los valles asturianos. Vuelve Cundo (Javier Cámara) a despedirse y a redescubrir lo de siempre, pero con unos años más; a sus padres indiferentes, a sus amigos estancados y a una chica que no recuerda.
El omnipresente “mcguffin” que es la torre funeraria del título, da la primera pincelada de la sabiduría de Fernández. Nada más arrancar el metraje surge la segunda; una endiablada agilidad en el diálogo. Ahí están, al poco de aterrizar Javier Cámara en el aeropuerto, las increíbles réplicas y contrarreplicas que mezclan la Coca-Cola de “Uno, dos, tres” con whisky barato. Además, ayuda muchísimo disponer de un reparto que conoce perfectamente las zonas erógenas de la comedia: la barriga sidrera de Cámara, la calva de Gutierrez Caba, la lengua de Malena Alterio, los “huevazos” de César Vea, la cabeza de De Castro,…
Pocas debilidades se le encuentran a la cinta: ciertas reiteraciones sentimentales (ojalá olvidase la cámara lenta) y algunas soluciones argumentales forzadas al empujar la trama con un accidente. En la parte positiva, sirve para desterrar el sambenito de la formación televisiva del realizador su ajustado control de los espacios, su inteligencia en los planos (le suponemos junto al estupendo Ángel Hernández Zoido) y su cámara geografíando la torre erguida sobre el valle del Nalón.
Reencuentro, reconciliación, redescubrimiento… el guión de Tom Fernández da segundas oportunidades a todos los que viven dentro de él. Vayan al cine y comprueben cómo su tonalidad amable, cómica y, plagio al gran Chus Neira, muy noble, nos hace mejores. Igual que las películas de Billy Wilder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario